sábado, 21 de diciembre de 2013

Capítulo 21.

 Estaba acabando mi primera pila de archivos cuando un golpecito en la puerta me distrajo, un chico moreno, alto con brillantes ojos verdes y el cabello largo hecho una coleta se apoyó en el marco de la puerta, como todos llevaba un traje color gris sin corbata y con los tres primeros botones de la camisa desprendidos.
-Hola nueva, ¿desayunaste ya? -Preguntó con confianza.
-Hola, hmm, no.
-Ven con nosotros, es nuestro recreo, ya son las 9:30. -Me paré y lo seguí hacia el ascensor junto con otro hombre y una mujer. -¿Cómo te llamas preciosa? -Me preguntó tocando el botón de planta baja.
-____, ¿tú? -Pregunté mirándolo a los ojos.
-Luke.
-Lindo nombre.
-El tuyo también. -Besó mis nudillos.
-Tranquilo casanova. -Exclamó la chica también morena que iba detrás de nosotros guiñándome un ojo, haciendo que riera. Cuando llegamos abajo nos dirigimos hacia afuera.
-¿Dónde van? -Preguntó la recepcionista.
-Es nuestro recreo Rose, no seas malhumorada.
-No es por ti el mal humor Luke, es por alguien más. -Me apuntó con la mirada tratando de que no me diera cuenta, pero lo hice.
-Que grosera... volvemos en seguida. -Salimos y caminamos hacia un café que estaba cerca de allí.

-¿Y bien? ¿como te está yendo preciosa? -Preguntó Luke dándole un sorbo a su café.
-Bien creo, no es tan difícil como pensaba.
-Para mi lo fue. -Dijo la chica. 
-Mil disculpas, no nos presentamos. -Interrumpió el chico pelirrojo algo rellenito pero encantador. -Mi nombre es Daniel, y ella es Cecilia.
-Oh, gusto en conocer sus nombres. -Reí. -____.
-Lo sabemos.
-¿Lo saben? -Pregunté confundida.
-Si, lo dijiste en el ascensor. -Ambos rieron.
-Oh, cierto. -Me uní a sus risas y le di un sorbo a mi té.
-¿Eres algo del señor Biersack? -Preguntó Luke.
-No, ¿por qué?
-Es un puesto muy grande, no digo que no seas capaz pero algunos han llegado a rogar hasta años para que los subiera a ése puesto y solo uno lo logró, pero fue despedido.
-Oh, ¿era bueno?
-Bastante, si... -Me quedé callada hasta que comenzamos a hablar sobre otras cosas...

 Al llegar al departamento por fin muy cansada de escribir y atender más de 6 llamadas en el resto del día, además de soportar el inexplicable mal humor del chico del ascensor, Jeremiah y la recepcionista, Rose. Abrí con la llave y me dirigí hacia mi habitación, donde me cambié la ropa {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=107719636&.locale=es} y me volví hacia la cocina, para prepararme algo rápido. Cuando acabé de comer lavé los platos y salí tomando mi cartera. Caminé hasta el centro, donde compré algo de ropa. Finalmente caminé hacia el supermercado, hice las compras y por fin salí, observé mi iPhone y eran las 16:32. Volví a caminar con muchas bolsas en mis manos cuando sentí unos pasos detrás de mi. No era una calle muy transitada así que tuve un muy mal presentimiento. Apuré el paso tratando de perder a la persona que estaba detrás de mi, pero no lo conseguí, caminó a mi velocidad, logrando que me asustara aún más, doblé la esquina y algunas personas comenzaron a caminar por ella, al igual que los autos, miré detrás de mi pero ya no había nadie, observé la otra cuadra y una chica rubia de pelo corto que llevaba una camisa negra que le quedaba muy grande, jeans azul claro rotos y botas marrones muy sucias, se alejó muy rápidamente y se perdió entre la multitud. Respiré hondo y volví a caminar recuperando la postura hasta llegar al departamento. Tomé mi iPhone y en él había un mensaje, lo abrí y comencé a leer: *Buenas tardes nena, espero que te halla ido bien y no pienses en renunciar. Por lo que oí me desobedeciste y llevaste una provocativa falda, pero no importa, te perdono... Muy buenos tus principales puntos de vista de la empresa, me gusta que pienses así. Estoy pensando seriamente en despedir a Rose, se portó muy grosera contigo pero luego avísame si quieres que no lo haga, lleva siendo recepcionista unos diez años, mi padre la conocía muy bien pero no pensaré en dejarla en la calle si maltrata a la chica que amo. Bien, te llamaré por la noche, contesta... De: Andy Biersack* Las puertas del ascensor se abrieron y di un paso hacia afuera cuando me golpeé con el pecho de alguien.
-¡Oye niña, ten más cuidado! -Exclamó, levanté la vista y era Jeremiah, o no, ¿vivía aquí?
-Lo lamento.
-Oh, señorita Worsnop Evans... lo... yo lo lamento, en verdad, no me fijé. -Lo miré confundida.
-Por favor Jeremiah, dime ____, y no fue nada, también estaba distraída... ¿vives aquí?
-S...si, pero tres pisos más abajo, vine a... entregar unos archivos...
-Oh, bien, nos vemos mañana. -Dije amablemente.
-Bien, buenas noches señ... ____. -Me dirigió una sonrisa, salí y él subió. Cuando abrí la puerta del departamento entré y me quité las zapatillas junto con la gorra. Me dirigí hacia la habitación y marqué el número de Andy, me atendió rápidamente.
-Hola amor.
-Hola Andy.
-¿Qué tal te fue? ¿Leíste el mensaje?
-Si, acabo de leerlo, ¿cómo sabes todo ésto? ¿Tienes cámaras o algo así?
-Sip, hoy fue el primer día que me concentré tanto en ésos televisores, juro que jamás había ido a la cabina de seguridad.
-No debiste hacerlo, no me gusta que me espíen.
-Quería asegurarme de que estuvieras segura.
-¿Dentro de tú empresa? ¿en serio? No inventes excusas Andy, ¿no hiciste nada en todo el día?
-No tenía nada que hacer, le dije a Ross, mi asistente, que se encargara de todo. Fui a verte, luego me quedé en una reunión unas horas y luego volví a casa.
-Prométeme que no volverás a hacerlo, si quieres puedes llamarme para saber de mi, pero si trabajo, quiero hacerlo en paz y ahora que lo sé, sé que sentiré tus ojos viéndome todo el día, por favor Andy. -Se quedó un rato en silencio y luego suspiró.
-Está bien, pero te llamaré, ¿bien?
-Ok.
-¿Qué te dijeron Luke y Rose?
-¿Acaso las cámaras no tienen audio?
-En realidad no, pero solamente quería verte, dime.
-Nada más salimos a comer, me preguntó mi nombre y me dijo que era muy difícil conseguir el puesto, que habían despedido al último... Rose me dijo que la molestaba, pero disimuladamente, no la despidas, solamente pregúntale qué le sucede si puedes... Oye, ¿quién estaba antes de mi y por qué lo despediste?
-Hmm... no lo conoces, su nombre es... Michael... Lo despedí porque era un idiota, solamente éso, y hablaré con Rose. Oye nena, debo irme, cenaremos en casa de Danny.
-¿Qué? ¿Danny vive solo? -Pregunté sorprendida.
-Si, con su novia Myca, tiene una perrita muy bonita.
-Oh, me alegro tanto de que se halla independizado al fin. -Él soltó una pequeña risa.
-Creo que la semana que viene le pedirá casamiento, nos contó que planea casarse lo más antes posible, dentro de dos meses tal vez.
-¡Qué tierno! Juro por mi vida que estaré allí cuando suceda, espera... ¿tiene auto y trabaja? 
-Sip...
-Oh mi dios, ¿no te habrás equivocado de Danny? Ése no es mi hermano. -Soltó una carcajada. -Lo lamento, te estoy retrasando, ve y mañana me llamas, te amo.
-Bien nena, yo más, te llamo mañana y... te extraño mucho, ya quiero estar contigo.
-Lo sé, yo también Andy, adiós...
-Adiós nena. -Cortó y dejé el teléfono sobre la mesa. Luego observé el reloj de pared, marcaba las 19:30, ¿sería momento para cenar? Bueno... mientras más temprano mejor. Me preparé un sándwich de pollo, no tenía mucha hambre. Cuando acabé me bañé, preparé mi ropa y mis cosas para el otro día, coloqué el despertador hasta que recordé algo... la banda de Austin... Oh cierto, lo que me había contado. ¿Mi grabadora? No la tenía en la cartera cuando volví del departamento de Andy... Tomé mi Iphone y abrí los contactos... Austin Carlile. Pulsé el botón de llamada y atendió rápidamente, detrás de escuchaban algunas voces.
-¿Hola?
-Hola Austin... soy Jeniffer, la chica de la entrevista, espero que me recuerdes.
-Oh, ¡hola! Si, te recuerdo, ¿qué deseas? 
-Austin, ¿una nueva novia? -Jared... 
-Oye, basta, es importante.
-Tranquilo viejo, no te estreses, que chica suertuda... -Vic... 
-Shtt, ya basta, lo lamento Jeniffer, ¿qué querías decirme?
-Tengo información sobre ____.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Capítulo 20.

 Abrí mis ojos lentamente y me encontré en un lugar en el que no había estado hace mucho tiempo... mi casa. Estaba en mi cama, olía a mi casa. Observé a mi alrededor y todo seguía como siempre, nada había cambiado. Me levanté y me dirigí hacia el baño, donde me miré al espejo, también seguía igual. Bajé las escaleras despacio y encontré a todos desayunando.
-Hola cariño, no quise despertarte, anoche te acostaste muy tarde. -Dijo mi madre como si nada.
-¿Mamá?
-Hmm, si. -Soltó una pequeña risa. -Corrí hacia ella y la abracé fuertemente. -Oh, ¿estás cariñosa ésta mañana? -Dijo devolviéndome el abrazo, la solté y abracé a Danny, le besé la mejilla y me pinchó con su barba de varios días.
-Auch.
-Te lo mereces, ¿qué te sucede dulcesito? -Preguntó también riendo.
-Nada, los extrañé mucho, ¿y papá?
-Pero... nos viste anoche. -Dijo mi madre confundida.
-Una eterna noche. -Ambos rieron. 
-Papá está trabajando, volverá por la tarde, ¿qué quieres que te prepare?
-Nada, gracias, tomaré solamente jugo de naranja, iré a cambiarme. -Los besé a ambos en la mejilla y subí rápidamente a cambiarme la ropa por algo cómodo. Tomé mi iPhone y busqué el número de Zack, pero no lo encontré, tampoco el de Andy... Oh no, ésto no está pasando. Traté de recordar el número, hasta que me acordé y lo marqué rápidamente. Su voz se escuchó rápidamente del otro lado.
-¿Hola? -Preguntó adormilado.
-¡Hola Zachy!
-¿Quién habla?
-Yo, ____.
-¿Quién?
-____.
-¿Quién eres y por qué me llamas así?
-Hmm, ¿tu ex?
-Oh, seguramente has sido un pasatiempo de una noche, ¿verdad? ¿Qué quieres?
-En realidad estuvimos juntos 3 años...
-Bien, si tú dices. -Rió. -¿Qué quieres? -Repitió algo frustrado.
-Nada, solamente hablar contigo.
-Oye, tal vez te confundiste de persona nena, yo no conozco a ninguna ____... ¿cuánto?
-____ Worsnop Evans.
-Nop, no conozco a ninguna Worsnop Evans, lo lamento.
-B... bien, ¿en serio no me recuerdas?
-Si, en verdad, adiós nena, ya no llames por favor. -Cortó y dejé el iPhone sobre la mesa de luz otra vez confundida, ¿otro maldito sueño? Por dios. Traté de pellizcarme para despertar pero nada... Andy... Corrí hacia afuera sin notar los gritos de mi madre a mis espaldas y tomé las llaves de mi motocicleta, oh, como la extrañaba. Me subí a ella y la encendí con las manos temblorosas. Unos minutos luego estaba en la antigua casa de Andy, o de Ashley... Toqué al puerta, todo se veía muy lindo y arreglado, las plantas estaban regadas y muy cuidadas. Cuando la puerta se abrió me sorprendí mucho a quién vi... Era Juliet, me observó con una sonrisa.
-Hola, ¿qué necesitas? -Oh no, otra vez lo mismo.
-N... no, nada, está bien, lo lamento, pero te haré una pregunta, ¿Andy está aquí?
-Oh si, ¿quieres que lo llame?
-No no, está bien, gracias Juliet.
-¿Cómo sabes mi nombre? -Preguntó confundida.
-Solamente... lo sé, adiós. -Volví a subirme a la motocicleta y me dirigí hacia la casa de Jared. Cuando la puerta se abrió se abalanzó hacia mi y me besó apasionadamente.
-Hola nena, ¿cómo estás?
-Hola... bien.
-¿Qué sucedió? Pasa...
-No, solamente pasaba para ver como estabas, ya me voy, adiós. -Le di un fuerte abrazo y volví a subirme en la motocicleta y manejé a la casa de Austin, cuando estuve a punto de tocar la puerta se abrió de pronto, subí las escaleras hacia su habitación y traté de abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave, la golpeé y mi puño la atravesó sin romperla, ¿qué era ésto? Entré y lo vi allí sentado frente a la computadora en su cama, se veía horrible, su ropa estaba muy sucia, al igual que el. Me acerqué hacia el, no me veía, observé lo que veía en la pantalla y era una serie de fotos todos juntos, en el parque, en las casas de los chicos... Una lágrima se escapó de mis ojos cuando quitó las fotos y comenzó a escribir un mail... El mail que era para mi... Salí de allí rápidamente pero sentí que otra vez me faltaba el aire. Conocía la sensación, el sueño estaba por terminar. Grité y me senté agitada en la cama. Ya era de día y oía como el portero sonaba sin parar, corrí hacia él y presioné el botón para contestar.
-¿Quién es? -Pregunté adormilada pero nadie contestó, volví a preguntar pero no, nadie contestó. Volví hacia la cama y tomé mi teléfono que estaba sonando, era Andy.
-Hola Andy.
-Hola nena, ¿cómo estás?
-Mejor, ¿tú?
-Bien, gracias, ¿lista para tu primer día de trabajo?
-¿Qué?
-¿No lo recuerdas?
-Oh, cierto, lo olvidé por completo.
-Bien, te mandé todo por mail anoche, pero veo que no lo viste. Puedes verlo allá, ya todos saben de ti, cuál es tu puesto y todo, todos te conocen, tranquila, te irá bien.
-No estoy segura.
-¡Nena, por favor! 
-Bien bien, iré, ¿qué hora es y hasta qué hora debo estar allí?
-Lunes a jueves, de 7.15 hasta las 12.00.
-¿Qué hora es?
-Las siete.
-¡¿Qué?!
-Exacto, apúrate o llegarás tarde y tu jefe deberá despedirte.
-Muy gracioso. -Soltó una risa.
-Adiós nena, suerte, te irá genial, te amo.
-Adiós, gracias y te amo más, te llamaré apenas salga.
-No, te llamaré yo, ¡no quiero enterarme de que llevaste una falda arriba de la rodilla señorita!
-No lo sé, no estás aquí. -Reí. -No lo haré, adiós tonto.
-Hablo en serio, adiós. -Cortó y volví a reír, abrí la ventana y hacía muchísimo calor. La cerré rápidamente y entré al baño haciendo tiempo récord en bañarme y maquillarme, me coloqué una camisa color crema, una pollera pincel arriba de las rodillas, mis tacos del mismo color que la camisa y salí de la casa rápidamente hacia el auto, manejé hasta llegar a la empresa muy agitada, entré rápidamente y la misma señora que me había atendido cuando vine por Marion me saludó un poco fría.
-Hola.
-Hola hmm...
-Rose.
-Hola Rose.
-Bienvenida a la empresa. -Dijo con una media sonrisa.
-Gracias.
-Tu oficina está en el décimo piso, es la número 9.
-Bien, gracias de nuevo. -No contestó y se dio la vuelta como si tratara de buscar algo en su cartera, no le di mucha importancia y me subí al ascensor, un chico corrió hacia allí y se subió junto a mí.
-Buenos días, ¿nueva? ¿hacia donde subes?
-Buenos días, si, décimo piso.
-Oye, yo también. -Me dirigió una sonrisa que le devolví. Era rubio con ojos intensamente negros, tenía una barba que comenzaba a notarse de lejos, unos dientes perfectos, llevaba traje, negro y simple junto con un maletín en su mano, debía tener unos 32 años. -Jeremiah Wells, director de finanzas. -Me tendió la mano y se la estreché.
-____ Worsnop Evans, secretaria general. 
-¿Secretaria general? -Su sonrisa se borró por un momento, pero luego disimuló su sorpresa.
-Si, ¿tiene algo de malo?
-No, no, lo lamento... -Miró al frente y nos quedamos en silencio hasta que llegamos, las puertas se abrieron. -Suerte en tu primer día. -Dijo encaminándose hacia alguna oficina. Paré a un hombre que pasaba que me miró boquiabierto, algo que logró sonrojarme.
-Hola, ¿acaso sabrás donde está la oficina número 9? 
-S...si, ¿eres la nueva secretaria general?
-Si, lo soy. -Me tomó de la mano haciendo que sintiera un escalofrío y cruzamos algunas oficinas hasta llegar a la que tenía un diminuto 9 en la puerta.
-Que tengas un primer buen día...
-____.
-____, un gusto conocerte. -Me sonrió y se alejó rápidamente. Me adentré en ella y era algo pequeña, pero servía para mi. Noté que frente al ordenador sobre el escritorio había una rosa roja con un sobre a su lado, lo tomé y lo abrí, saqué el papel que estaba dentro, era muy breve: *Te extraño, juro que te esperaré el tiempo que sea, por siempre si es necesario. Ahora te tengo aquí y jamás te dejaré ir. Te amo. Andy...
 PD: ¡Suerte en tu primer día!* Sonreí y sequé una pequeña lágrima que había caído sobre mi mejilla. Comencé a leer el e-mail de Andy, que tenía toda la información de la empresa y de lo que me tenía que encargar, como mandar muchos documentos, atender algunos llamados de empresarios internacionales e importantes, asistir a algunas reuniones improvisadas, de vez en cuando registrar a los trabajadores, ¡debía hacer todo! Sería muy duro para mi. De pronto recordé algo... ¡la escuela! Marqué el número de Andy rápidamente y me contestó casi al instante.
-¿No deberías estar trabajando? -Preguntó adormilado.
-Te hago la misma pregunta a ti. -Ambos reímos.
-Verdad... ¿te gustó mi regalo?
-Lo amé pero te llamé para otra cosa, tengo que dar clases en la secundaria Andy.
-Hmm... yo, hice algunos arreglos, espero que no te hallas apegado mucho a tus alumnos el primer día de clase.
-¿Renunciaste por mi? 
-Sip.
-¿Sin decirme nada?
-Sip.
-¿Pensabas decírmelo?
-Tal vez.
-¡Andy!
-Bien bien, te daré el doble de tu paga si quieres...
-No es por el dinero, es por lo que me gusta hacer.
-Puedes tocar la guitarra en casa, o da clases particulares.
-No es lo mismo.
-Lo sé, pero debes aceptarlo, soy tu jefe y te ordeno volver a trabajar o estás despedida.
-Muy gracioso, estoy aquí porque me obligaste, no me molestaría irme en ése mismísimo momento...
-Bien, te contaré lo que hice ayer...
-Dime.
-Bueno pues, primero me desperté, abrí mis ojos lentamente y bostecé estirándome, luego me levanté y me quité la ropa para luego entrar al baño y meterme a la ducha. Enjaboné mis brazos, mi pecho, mi trasero, mi p... 
-¡Basta! Volveré a trabajar, estoy bien, adiós tonto, te amo y también te extraño.
-Yo más nena, adiós y suerte otra vez. -Cortó, yo dejé el teléfono otra vez en mi cartera, encendí el ordenador y comencé a pasar papeles a archivos...

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capítulo 19.

Escuchen ésta canción mientras leen: {http://www.youtube.com/watch?v=bSSlVu9wGgg




 Llegué al departamento y abrí con la llave. Ya allí observé el reloj que marcaba las 12:03, me preparé algo de comer y cuando acabé me di un relajante baño. Me coloqué algo cómodo, solamente iba a estar en casa. Tomé mi computadora y decidí habilitar mi mail... lo había cerrado al llegar aquí, pero tenía muchísima curiosidad en verlo. Cuando observé los mensajes que tenía eran 49, la mayoría de Austin, pero habían también de Vic, Jared, Danny y Kellin. Abrí de a uno los de Austin.

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña.
 Mensaje: Hoy me enteré de tu muerte y decidí hacer como un diario aquí. No creo que sea verdad, te extraño y no puedo soportar estar sin ti. Oh mi pequeña, pensar que te vi en tus peores momentos hace una semana y ahora me vengo a enterar de ésto... todos están muy mal, pésimo debo decir. Odio ésto, me está lastimando mucho, es muy duro, ¿sabes? Creo que estarás bien allí, siento mucho haber hecho lo que hice, haber sido cómplice de lo que sucedió con Andy, sé que lo amabas... bien, q.e.p.d mi pequeña ____. Te recordaré por siempre...*

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña (2)
 Mensaje: Ya han pasado dos días de tu muerte, los policías no salen de tu casa y han visitado la mía unas 3 veces. No quiero salir de aquí, no quiero vivir la realidad, no... jamás te perdí y quiero mantener mis pensamientos así. Los chicos y mi padre tratan inevitablemente de sacarme, pero no quiero hacerlo, es muy duro para mi...*

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña (3)
 Mensaje: Ya va una semana, y no quiero salir de mi habitación, me traen comida, pero no puedo tragar nada, me hablan pero no puedo hablar, no escucho nada. Creo que esto me está afectado mucho, el no tenerte. Sé que tu podrías sacarme de aquí, sé que tu serías capaz de que me sintiera mejor, lo sé, pero no... Me duele el corazón, siento que mis entrañas queman. No, no me drogaré, no me cortaré, yo no soy así.*

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña (4)
 Mensaje: No, no me sacarán de aquí. Estoy viendo la sangre, la veo ____, y me asusta, me asusta ver mi sangre, tengo miedo. Han pasado 2 semanas y sigue doliendo, mis entrañas piden alimento, te veo en las paredes blancas, pero de pronto te vas, ¿por qué te vas? No temas, yo estoy bien contigo, tranquila... Estamos bien, estamos vivos, no te preocupes, siempre estaremos juntos mi pequeña, mi mejor amiga en el universo. Me gusta que me abraces...*

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña (5)
 Mensaje: Hola de nuevo... hicieron las pericias, sigo en el cuarto. ¿En serio? ¿suicidio? Me estoy riendo muchísimo en éste momento, ¿en serio lo creen? Son tan idiotas... que policías estúpidos. Estás viva, lo sé, te veo. Tu cabello sigue igual, está lindo, ¿sabes? Lo noto más largo, pero me gusta, no lo cortes. En donde quiera que estés te amo amiga, y te extraño infinitamente.*

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña (6)
 Mensaje: Salí, siento no haber escrito... hace 6 semanas que me dijeron de tu muerte y ahora estoy mejor... bien, no mejor pero puedo seguir. Sé que volverás y que algún día verás ésto con alguien a tu lado, tal vez con nuevos amigos, pero te lo mereces. Mereces estar bien... Te amo y espero verte otra vez algún día.*

*De: Austin Carlile.
 Para: ____ Meredith Worsnop Evans.
 Asunto: Mi pequeña (16 y último)
 Mensaje: Ya han pasado 4 años y me sigue afectado ésto. Acabo de volver del cementerio con los chicos, dejé flores en el suelo, eran rosas, tulipanes y margaritas, tus favoritas... Creo que me estoy dando por vencido... Éste será el último mensaje que enviaré porque ya no creo que estés viva... Creo que estás en el cielo descansando en paz, y me alegro, me alegro de que ya no sientas más dolor, ya no sufras y estés bien. Eres mi ángel nena, siempre lo serás, siempre estarás en mi corazón, a mi lado ayudándome, dándome fuerzas. Oye... no creo que halla e-mail en el cielo, estoy leyendo ésto al escribirlo y espero que me escuches desde arriba. Te amo, y te extraño pero puedo seguir adelante, tú me enseñaste a hacerlo, tú dijiste que sería mejor hacerlo. Te haré caso, descansa en paz pequeña. 
 04/04/2013*

 Toqué mi rostro y lo sentí húmedo, por supuesto estaba llena de lágrimas y no podía parar de sollozar. Cerré la computadora sin observar los demás mensajes y escuché a mi teléfono sonar de pronto, era Andy. No le contesté, no quería preocuparlo. Unos minutos luego volvió a llamar pero tampoco contesté, no podía parar mi llanto aunque tratara. Un mensaje llegó un segundo después, lo abrí y era Andy como suponía: *¿Te sucedió algo o estás ocupada? Llámame apenas veas ésto, estoy preocupado por ti. Te amo. De: Andy Biersack.* Le contesté: *Estoy bien, no te preocupes, no puedo hablar ahora, envíame mensajes por favor. ¿Qué sucedió? También te amo.* Esperé su respuesta tratando de serenarme hasta que lo logré y leí el mensaje que había acabado de llenar hace un segundo. *Hace un momento volví del cementerio y Austin nos dijo que se había dado por vencido. Le rogué que no lo hiciera, que quedaban esperanzas pero no me hizo caso... no le dije que estabas viva, que te había visto y todo éso, respeto que es tu decisión pero en verdad me estoy muriendo por contarlo y que ya todos sean felices. Lamento decirte ésto, siento que te estoy presionando, pero necesitaba hacerlo. ¿Cómo fue tu día? Ya te extraño... De: Andy Biersack.* No le contesté y pulsé el botón de llamada.

-Hola.
-Hola nena, ¿como estás?
-B...bien, estoy bien.
-En serio, ¿qué te sucede?
-Abrí mi e-mail y acabo de leer todos los mensajes que me envió Austin cuando le dijeron que estaba muerta, hizo como un diario de todo lo que sucedía...
-Oh, ¿escribió de cuando estuvo encerrado?
-Si. -Solté un pequeño sollozo.
-No llores nena.
-Soy un asco de persona Andy, ¿cómo pude hacer ésto? ¿como pude dejar que sufriera tanto? -Comencé a llorar.
-No lo eres nena, es entendible lo que hiciste.
-Claro que no, me siento peor que nunca.
-¿Quieres que valla?
-No.
-Nena...
-Yo puedo, pero no debo ir ahora, sé que no debo.
-Es tu decisión, debes hacer lo que sientas.
-No estoy preparada, por más que me duela el alma no puedo, no tengo las fuerzas para aceptar las consecuencias.
-N...no sé que decirte, pero por favor ya no llores, me dan ganas de ir, abrazarte y no soltarte nunca más.
-Lo lamento, lamento también hacerte ésto.
-Deja de disculparte.
-No... debo hacerlo.
-No conmigo ____. -Me quedé en silencio un minuto. -¿Nena?
-Estoy aquí, iré a dormir, buenas noches.
-Buenas noches, no llores más o me obligarás a volver.
-Bien, adiós, te amo...
-Yo mucho más nena, jamás lo olvides. -Corté dejando que las lágrimas volvieran a caer por mi cara. Era mi deber volver, ¿por qué no lo hacía? Una parte de mi me decía que corriera hacia allí sin mirar atrás, pero otra me decía que me quedara, que siguiera con mi vida cotidiana, pero así no arreglaría nada, las dudas no me ayudaban para nada, debía decidirme, y pronto. Tenía en claro que todos comenzarían a olvidarme pronto. Me acosté en la cama y dejé que mis ojos se cerraran de a poco.

martes, 17 de diciembre de 2013

Capítulo 18.

 Otra vez el sueño del secuestro se repetía, pero ésta vez las personas estaban encapuchadas... lo mismo, la forma de hablar, los golpes, la ropa... y como siempre todo terminaba con una fuerte patada que me dejaba inconsciente.
 Me levanté con la respiración agitada y la sorpresa de oír mi despertador sonar. Lo apagué adormilada y me dirigí hacia el baño, donde me lavé el rostro con agua fría, me maquillé y peiné. Luego volví hacia la habitación y me cambié la ropa {http://www.polyvore.com/cap%C3%ADtulo_18/set?id=106964813}. Cuando ya estuve lista me dirigí hacia la cocina, donde me preparé un té de frutillas junto con tostadas. Salí del departamento cuando acabé, unos 10 minutos luego, tomando mi cartera y cerrando con llave... Me dirigí hacia el ascensor cuando me econtré con Beau junto con una chica embarazada hablando tranquilamente, ella se veía tranquila y le hablaba entretenidamente mientras él estaba apoyado en el marco de la puerta escuchándola atentamente. Pasé por su lado silenciosamente y él me tomó de la muñeca haciendo que volviera hacia atrás, los miré a ambos tímida.
-¿Te piensas que porque eres nueva no debes saludar? -Dijo serio, me quedé callada mirando al piso nerviosamente. -Nah, es broma ____, no te asustes. Ella es mi esposa Lights, y nuestro pequeño bebé.
-Oh, me asustaste Beau, hola, mucho gusto Lights, soy ____, nueva del departamento 8.
-Lo lamento, mi esposo es muy bromista. -Ambas reímos. -El gusto es mío y bienvenida al edificio.
-¡Muchas gracias! Bueno... nos vemos en un rato chicos. -Les dí un beso a la mejilla a los dos y me subí al ascensor, cuando llegué hasta abajo me subí al auto y conducí hacia mi primer día de escuela... reí ante ése pensamiento, pero también me entristeció recordar lo perfecto que era todo antes cuando estaba en la preparatoria... De ésto es lo que hablaba, no estaba bien sentimentalmente, los recuerdos me mataban, me tenían harta. Sabía que se acabarían solamente cuando volviera a California con mis amigos y mi familia, y éso sería pronto, cuando tuviera el valor de hacerlo, tuviera la fuerza de volver a ver a todos llorar, pero ésta vez de alegría, aunque sabía que se enfadarían conmigo. Encendí el estéreo y dejé que la canción Into The Night de HIM sonara para cambiar un poco mi humor. Cuando llegué aparqué en el lado de profesores y bajé tranquilamente junto con mi bolso. Cuando entré me registré en la dirección y saludé a la secretaria de vuelta amablemente luego de preguntarle las aulas en las que tenía clase hoy. Me volví hacia el aula 5 de planta alta y entré tranquilamente, logrando que todos los chicos se callaran, dejé mis cosas en el escritorio y saqué un fibrón de mi bolso junto con el libro de temas.
-Buenos días alumnos.
-Buenos días. -Contestaron todos al unisono.
-Bien, mi nombre es ____ Worsnop Evans, pueden llamarme señorita ____, señorita Worsnop o señorita Evans, como prefieran... seré su profesora de música éste año, espero que sepan comportarse y no me quiten la paciencia, podremos interactuar en paz.
-¿Le puedo decir solamente ____? -Preguntó un chico de unos 16 años en la primera fila.
-Está bien, díganme como gusten.
-Entonces puedo llamarla señorita mal gusto... -Susurró otra chica detrás, pero logré escucharla.
-Oye tú, la chica rubia del fondo, -se dió la vuelta hacia el frente observándome algo asustada- no estoy aquí para darles clases de moda, si me visto mal no es tú incumbencia y tú tampoco te vistes muy bien que digamos. -Todos rieron.
-¡Ésta ropa es más cara que tu sueldo!
-Que sea cara no significa que sea linda o que te quede bien. -Trató de contestarme, pero se arrepintió y se quedó callada. -Bien, ahora si podemos comenzar...

  Cuando acabó la clase y el timbre sonó salí del establecimiento. No tenía otra clase hasta mañana... Subí al auto y me dirigí a un Starbucks...

 Acabé mi café con mi brownie y observé el reloj del iPhone, eran las 9:11 y tenía un mensaje de Andy con uno de Zack, abrí el primero: Buenos días amor, gracias por el mensaje de anoche, pensé que no ibas a contestarme y me alegro que no te hallas enojado... Estoy acompañando a Jared al cementerio con Vic, me pone nervioso hacerlo y ver tu lápida otra vez, pero sé que estás aquí, no conmigo pero pronto estaremos juntos, lo sé, se acabará el sufrimiento. No quiero verlos llorar, les recordaré que los amas, al igual que yo. Te llamo más tarde, te amo... De: Andy Biersack. Sentí como una lágrima recorría mi mejilla, en verdad estaba haciendo sufrir a todos, estaba siendo una estúpida. Abrí el de Zack secando mis ojos con cuidado de no correr el maquillaje y comencé a leerlo, había llegado recién y era corto: Hola nena, ¿cómo estás? Quisiera que hablemos, ¿tienes un tiempo? Si puedes ven a casa. XO. De: Zack Merrick. Le contesté: Bien, en seguida estoy allí, también necesito hablar contigo, necesito un consejo." Pagué la cuenta y volví hacia el auto. Manejé hacia su casa y cuando llegué toqué el timbre, me atendió rápidamente con un abrazo y me dejó pasar.
-¿No ensayabas hoy? 
-Lo hicimos anoche, ¿qué tal la preparatoria?
-Los chicos son insoportables. -Rió.
-Sabes... los profesores debieron haber pensado lo mismo de ti cuando ibas.
-Lo sé, y ahora los entiendo... -Ambos volvimos a reír y nos sentamos en el sofá uno al lado del otro. -Bien, ¿de qué quieres hablar?
-Quería hablar sobre ti, quería saber como estás luego de lo que sucedió, como estás con Andy, solamente como estás con todo, como lo estás sobrellevando, donde estás viviendo...
-Lo entiendo, estoy bien, me gusta estar sola por ahora, bueno, tú me entiendes... Me relaja estar en paz conmigo misma y ocuparme de mis cosas sin ninguna interrupción. Puede que se me haga aburrido alguna vez pero trataré de sobrellevarlo. Estoy en un departamento.
-¿Lo compraste tú? 
-En realidad... lo compró Andy.
-¿En serio? -Asentí con la cabeza- Bien, tiene más dinero de lo que pensé. -Reí despacio. -¿Quieres un café o algo? 
-No, gracias, acabo de beber uno, gracias...
-¿Tu de qué querías hablar?
-Quería pedirte un consejo, ¿está bien?
-Claro que si nena, dime...
-Tengo un gran problema, quiero volver y reencontrarme con todos, pienso que así podré dejar de lado el pasado, ya no dolerá más, pero tengo mis dudas... ¿y si se enfadan? ¿y si ya no me perdonan nunca más por mentirles y jamás volver? Tengo mucho miedo.
-Oh ____, claro que te perdonarán, son tu familia, tus amigos... ello siempre estuvieron para ti, siempre te quisieron a pesar de todo y lo sabes muy bien. No tengas miedo, tener miedo no te sirve de nada.
-No lo sé, necesito pensarlo muy bien, no me siento lista.
-Tómate tu tiempo, pero tampoco estés 3 años más en pensarlo nena.
-Bien, muchísimas gracias Zack. -Me paré y lo abracé fuertemente.
-No me agradezcas nena, te extrañaré mucho cuando vuelvas a California.
-Ven conmigo. -Susurré, él rió y negó con la cabeza.
-Sabes que tengo toda mi vida aquí.
-Si, lo sé, sólo estaba bromeando. -Sonreí y besé su mejilla.