sábado, 7 de diciembre de 2013

Capítulo 15.

Me senté en un sofá de la habitación con el libro en mi mano. Una hora luego, cuando iba por menos de la mitad me aburrí y decidí salir a dar un paseo...  volví a cambiarme la ropa por la de antes y salí de la casa. Me dirigí hacia el parque, donde me dirigí hacia algunas tiendas, donde compré algunas camisetas y jeanes. Pasé por un Starbucks y compré un café, salí y caminé hacia el parque, donde me senté en un banco. 
 Unos minutos luego, oí una discusión, aunque no le di mucha importancia... pero se tornaban molestos los gritos. Inevitablemente me di la vuelta y me sorprendí muchísimo al ver a Andy golpeando a Zack en el piso; corrí hacia allí rápidamente y traté de quitarlo de encima de él, pero seguía golpeándolo.
-¡Basta Andy, déjalo ya! -No me hizo caso. -¡Andrew! -Grité desesperada, tomé su mano en el momento que la levantaba para volver a golpearlo y me miró con ojos preocupados.
-____... ahora si eres tú.
-Si, siempre fui yo Andrew, ¿con qué necesidad golpeas a Zack? No te metas en mis problemas por dios, puedo defenderme sola, lo hice por casi 5 años.
-Nena...
-No, vete, ahora. 
-Hablemos...
-Dije que te vallas. -Tomé la cara de Zack y lo observé, estaba inconsciente y lleno de sangre, estaba a punto de tomar mi teléfono y marcar el número del hospital cuando su mano me detuvo.
-Estoy... bien. -Dijo con los ojos entrecerrados.
-Claro que no Zack, vamos, te ayudaré a volver a casa. 
-No, déjame ____, tienes razón, soy un asco de persona. 
-Basta Zachary, vamos. -Lo tomé de la cintura y coloqué su mano en mi hombro, de a poco caminamos cuando Andy me paró.
-Los llevaré.
-Gracias. -Zack no contestó, volvió a cerrar los ojos y casi se cae junto conmigo. Nos dirigimos hacia el auto de Andy, ayudó a colocar a Zack en el asiento de atrás acostado y yo me senté con él en el lugar del copiloto. Arrancó y comenzó a hablar.
-Lo lament...
-No quiero que digas nada. -Se quedó callado, pero un minuto luego volvió a hablar.
-Me gusta tu cabello así, es tu color natural y el corte te sienta bien. 
-Gracias.
-¿Seguirás enfadada por siempre?
-Si.
-Perdóname.
-Ya hablamos sobre éso, y no estaba tan enfadada hasta hoy Andy.
-Lo merecía.
-¡Pero puedo defenderme sola, no era tu deber golpearlo hasta casi matarlo!
-Tenía que hacerlo.
-Dame tres razones.
-Primero, te engañó. Segundo, te trató mal. Tercero, es un idiota.
-¿Tratarme mal? 
-Si.
-Te diré una cosa Andy, creo que piensas que ésto es lo mejor para mi, pero golpear a mi ex no te hace mejor persona ni arregla todo, ¿sabes?
-¿Qué debo hacer para que me perdones? Te necesito.
-Lo sé, pero lo único que necesito es un respiro, deja que viva en paz por un tiempo, sin sofocación y luego podremos, ¿puedes hacer éso por mi?
-No.
-Andy...
-No quiero hacerlo, no quiero alejarme de ti, ya te tengo, estás aquí, lo único que quiero es besarte sin parar y jamás dejarte ir.
-No me hagas ésto.
-Tú no lo hagas, sabes que no quieres estar sin mi nena, no luches contra tus sentimientos.
-Debo hacerlo.
-Claro que no.
-Si Andy, debo hacerlo, es por nuestro bien, no quiero que salgas lastimado por todas las cosas que me suceden. Déjame arreglar mis problemas por mi misma, yo soy capaz de hacerlo.
-Sé que eres capaz, pero tú no entiendes lo que te extrañé estos años, es muy duro para mi. ¿Sabes qué? A la mierda todo. -Paró el auto bruscamente a un lado de la calle, tomó mis mejillas y juntó sus labios con los míos. Oh dios, se sentí tan bien sentir sus labios contra los míos, que gran sensación. Tomé su mentón profundizando el beso y nuestras lenguas luchaban en una guerra apasionante. De pronto oí que Zack se movía y me alejé de él. Ambos suspiramos.
-Extrañaba tus labios.
-Yo también. -Dije soltando un pequeño sollozo.
-No nena, por favor no llores. 
-Te amo, y siempre te amaré, pero no puedo hacer ésto. -Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
-Por favor nena.
-Entiéndeme por favor, no puedo hacerlo, no puedo Andy, déjame hacer ésto sola, no quiero lastimarte, te amo demasiado para lastimarte.
-No me lastimarás bebé...
-No sabes nada, ya lastimé a muchas personas, ya sé lo que se siente que te lastimen también. Por favor, hazlo por mi Andy, por favor te lo pido. -Limpió mis mejillas con sus pulgares y se quedó en silencio por un minuto.
-Lo haré... pero no sabes lo difícil que es ésto para mi, lo haré por ti, solamente por ti nena, eres mi vida entera. 
-Tú también lo eres para mi. -Lo abracé fuertemente cuando Zack carraspeó y abrió sus ojos despacio.
-¿Qué sucede aquí? ¿Dónde estoy? -Andy me soltó y rodó los ojos.
-En mi auto, de camino a tu casa.
-¿Por qué estoy aquí?
-Porque soy una buena persona, ahora hazme el favor de cerrar la boca.
-Como digas. -Volvió a recostarse y a cerrar los ojos, tomé un pañuelo de mi cartera y comencé a limpiar la sangre de su rostro, haciendo que soltara múltiples quejidos.
-Quiero que sepas que ésto no me gusta para nada. -Arrancó el auto y volvimos a la autopista. Cuando llegamos a la casa ambos ayudamos a bajar a Zack y lo metimos a la casa, luego lo llevamos a la cama y bajamos.
-¿Me llevas?
-¿No convivías con Zack?
-Si, pero ya no.
-¿Por qué? -Preguntó confundido.
-La pelea.
-Oh, cierto, ¿dónde estás? ¿quieres dinero para un apartamento?
-Estoy bien... creo, no te diré donde estoy, y si estoy mal te lo haré saber.
-Me gusta éso.
-¿Me llevas?
-Bien. -Salimos de allí y volvimos a subir al auto. -¿Dónde trabajas?
-Soy profesora de música.
-Éso es asombroso.
-Lo es. -Le sonreí mientras arrancaba.
-¿Por qué no nos dijiste que estabas viva antes?
-Ya había comenzado mi vida aquí, pienso que todos me odiarían si se los digo... los veo tan bien sin mi.
-Eres la misma estúpida de siempre.
-Gracias Andy, también te quiero.
-Es decir... ¿cómo puedes decir éso? ¿Sabes lo que sufrimos cuando nos enteramos? ¿Sabes lo destrozado que estaba Austin? Estuvo encerrado casi un mes en su habitación, hasta que pudimos entrar por la ventana y sacarlo de allí a duras penas...
-No sabía éso. 
-Pues ahora lo sabes, y piensa que no estamos bien sin ti. Si se enteran de que estás viva, todos serían las personas más felices del universo.
-Está bien, está bien, no lo volveré a decir...
-Buena chica. -Besó mis labios levemente.
-Andy...
-Lo sé, lo siento, es inevitable, ahora eres más hermosa que antes.
-¿Antes era fea?
-No quise decir ésto tonta, antes eras bellísima, pero ahora eres... sexy, hermosa, sexy... -Reí y golpeé su hombro levemente.
-Tú también... -Susurré.
-¿Yo también qué? -Levantó una ceja, sabía que lo había a propósito.
-Tú también eres muy muy muy sexy. 
-Que directa señorita Worsnop... ¿o debería decirte Jeniffer Johnson?
-____ estaría bien señor Biersack.
-Andy estaría mejor señorita ____.
-Bien, basta. -Le di la dirección y nos dirigimos hacia allí cuando de pronto mi celular sonó dentro de mi cartera, lo saqué y era Marion, me extrañó su llamada, pero igual contesté.
-Hola Marion, ¿qué sucede?
-Oh nena, estás bien, me preocupaste.
-Lo lamento, solamente quería tomar un poco de aire.
-Está bien, lamento interrumpirte entonces, en verdad me tenías preocupado. -Rió.
-Estoy bien, gracias por preocuparte, en un minuto estoy allí, ¿me esperas?
-Claro hermosa, aquí estaré.
-Bien, nos vemos. -Corté y observé a Andy, tenía el ceño fruncido.
-¿Quién era?
-Un amigo.
-¿Por qué te dijo hermosa?
-Porque es cariñoso.
-No me gusta que los hombres sean cariñosos contigo.
-Ya Andy.
-Te estoy siendo sincero.
-No eres quién para hacerme una escena de celos. -Me miró sorprendido y siguió manejando en silencio. Cuando llegamos se quedó sorprendido.
-¿Segura que es aquí?
-Si, ¿por qué?
-Aquí vive uno de mis empleados.
-Lo sé. -Me miró con los ojos abiertos.
-¿Qué tienes con él?
-Te dije que solamente era mi amigo Andrew.
-Ojalá sea verdad, bájate del auto.
-¿Me estás echando?
-¿Quieres ir a mi departamento? Tengo muchas cosas que hacer y...
-No, gracias, estoy bien. -Bajé rápidamente y entré a la casa, allí estaba Marion sentado en el sofá comiendo cereales de un tazón y descalzo, vestido así {http://24.media.tumblr.com/tumblr_mc75oju4ks1qg22hlo1_1280.jpg} se dio la vuelta al verme y me senté a su lado.
-Hola. -Me besó la mejilla.
-Hola Marion.
-Te vez hermosa. -Me sonrió y acarició mi cabello. {http://31.media.tumblr.com/e2b745cc639ad66809ec1ae36b774db0/tumblr_mtr74d9qY31sjzghao1_400.jpg}
-Gracias, ¿te gusta el corte?
-Me fascina, y el color también. 
-Gracias. -Repetí. 
-¿Siempre tuviste lentes de contacto o su color es verde claro?
-Su color es verde claro.
-¿Era un tipo de camuflaje?
-Hmm, si.
-¿Puedo saber por qué?
-Luego te cuento, estoy muy cansada, lo lamento.
-Jen, no te ocultes de mi, no sirve de nada. -Tomó mi mano y agaché la cabeza, un minuto luego comencé a hablar.
-No sé por qué lo hice, simplemente quería comenzar una vida nueva, pensaba que sin ellos estaría bien, pero no fue así, sufro todos los días recordando los momentos que pasamos juntos con todos, quería camuflarme de la anterior ____, quería ser una nueva, pero solamente hizo que me sintiera aún más mal... Mi verdadero nombre es ____ Meredith Worsnop Evans, y vengo de California, el hombre que se llevaron al psiquiátrico era Andy Biersack, y mi ex es Zack Merrick...
-No sé que decirte Jen, digo ____. Me sorprende mucho lo que me dices, pero no por éso te criticaré, en verdad no tengo palabras.
-Me gusta el silencio, tranquilo.
-Me callaré entonces, pero mañana te haré un gran interrogatorio. -Ambos reímos y seguimos viendo la televisión como si nada hubiera pasado...

jueves, 5 de diciembre de 2013

Capítulo 14.

Estaba en la completa ruina... pero, ¿dejaría que ésto me afectara? Tenía empleo en la escuela, tendría más tiempo para dedicarme solamente a éso. Estaba bien, no era lo mejor del mundo, el sueldo no era tanto como aquí, pero podría vivir con éso. Encendí el auto y manejé hacia el supermercado. Ya allí me bajé y compré las cosas necesarias, junto con algunos esmaltes y tintura de mi color natural. 
 Cuando llegué a casa, bajé con las bolsas y abrí la puerta con la llave, entré y guardé las cosas pero un minuto luego oí la puerta volver a abrirse, me di la vuelta y Zack estaba allí, observándome atentamente sin expresión alguna, tenía el ojo morado y un pequeño corte en la mejilla. De pronto me abrazó, pero quité sus manos de mi cintura, justamente como él había hecho en el hotel, tenía un fuerte olor a alcohol.
-¿Por qué estás aquí? Quiero que te vallas. 
-Te necesito...
-¿Qué sucedió? ¿Alex ya no quiere verte o la chica hizo lo correcto? Mandarte a la m*ierda.
-Nena...
-Si, éso sucedió. Te quiero fuera de ésta casa ahora mismo. 
-La casa también es mía.
-Por favor Zachary, tienes dinero como para comprarte tres de éstas.
-Ya no, me quedaré.
-Bien, si te quedas me iré. 
-¿A dónde irás?
-Tranquilo, no te preocupes por mi, éso no es tu problema, ya no... -Dije irónicamente.
-____...
-Solamente cállate Zachary, eres irritante. 
-No te vallas, no me dejes.
-Eres tan idiota... ¿qué hay con mis problemas? ¿no que no podías con todo? Oh, pobre de ti Zachy. Tómate un tiempo, no lo sé, vé con otra chica pero déjame en paz, ya no tienes oportunidad conmigo luego de lo que hiciste.
-Me amas, y lo sabes.
-Estás muy equivocado, te amaba, tiempo pasado, ya no...
-Pero yo si te amo, dame una oportunidad amor.
-No me vuelvas a llamar así. Solamente vienes porque necesitas a alguien que caliente la cama durante las noches, no me amas.
-Por favor, te ayudé muchísimas veces ¿y así me pagas?
-¡Me engañaste maldita sea!
-Éso no es nada a comparación de lo que tú hiciste.
-¿De lo que yo hice?
-Si, me obligaste a engañarte, no lo soportaba, eras una carga muy grande. 
-Entonces, ¿por qué dices que me necesitas? Oye... ¿sabes qué? Bebe un café, tengo la sencación de que estás demasiado ebrio como para hablar coherentemente, yo me voy de aquí. -Corrí escaleras arriba y junté toda mi ropa como lo había hecho la noche anterior, tomé el teléfono y marqué el número de Marion, contestó rápidamente.
-¡Hola hermosa! Pensé que jamás me volverías a llamar, ¿cómo están tus problemas?
-Hola Marion, mal, por éso te llamaba. Me da mucha pena pedirte ésto pero, ¿puedo quedarme en tu casa por un tiempo hasta que consiga algo de dinero para un departamento? Te lo agradecería eternamente.
-¡Claro nena! Te pasaré la dirección por mensaje, pero primero ven a la empresa para darte la llave.
-Wow, está bien. -Ambos soltamos una risita.
-Nos vemos en 20 minutos, pregunta por Marion Preciado en la recepción.
-Bien, en seguida estoy allí, te lo agradezco mucho. 
-No hay de qué nena, adiós. -Cortó, tomé mis cosas y salí de la casa sin observar ni escuchar a Zack, me metí y me dirigí hacia la dirección que me había enviado Marion apenas cortó. Cuando llegué me sentí más nerviosa que nunca. Lo peor sería encontrarme a Andy, no quería tener un percance en su propia empresa... Entré y una mujer morena de unos 40 años en la entrada me dirigió una sonrisa.
-Buenos días.
-Buenos días, buscaba a Marion Preciado. 
-Ahora mismo lo llamo cariño, mientras tanto toma asiento. 
-Bien. -Le hice caso y me senté en uno de los sillones marrones que combinaban con las paredes color beige. La mujer tomó el teléfono y habló casi en susurros.
-Disculpa, ¿cómo es tu nombre cariño? 
-Jen... -Asintió y siguió hablando, luego cortó. -En seguida baja. -Cinco minutos luego bajó, me paré y le di un beso en la mejilla.
-Hola Jen...
-Hola Marion. 
-¿Qué sucedió?
-Mi ex... volvió a casa hoy, y no quiero volver a verlo, tú sabes. Pero si soy mucha molestia me quedaré en un hotel.
-No digas estupideces, no eres ninguna molestia linda, aquí tienes la copia de la llave y la dirección.
-Muchas gracias. -Lo abracé fuertemente. -¿Por qué me tienes tanta confianza?
-Porque aunque no nos conozcamos siento que eres una chica muy buena, además nuestras historias son parecidas, entiendo tu sufrimiento. Ve a casa, acuéstate a dormir o haz lo que quieras, come, usa la computadora, instálate, es tu casa... -Volví a besar su mejilla.
-Creo que te quiero. -Rió.
-Creo que yo también. Tengo que volver al trabajo, suerte y el gato no te hará daño.
-Bien. -También reí y al darle un último abrazo volví hacia el auto, lo encendí y me dirigí hacia la dirección que me había dado en el papel. No estaba muy lejos... unas 8 cuadras. Cuando llegué en verdad me sorprendí, era una enorme casa color blanca de dos pisos, me impresioné al notar que era parecía a la mía, pero sin las rejas de la entrada. Bajé del auto con dos de las grandes maletas y la bolsa de supermercado con la tintura y los esmaltes. Tomé la llave y abrí la puerta. Adentro se veía más impresionante que afuera {1pic}, dejé mis cosas en la puerta y me dirigí hacia arriba, donde habían cuatro puertas. Abrí la primera y había una cama para dos personas, un gran ropero y una mesita de luz junto con una lámpara roja, al igual que la pared; la gran ventana mostraba una bella vista hacia el gran patio trasero, donde había una piscina y otra pequeña casa, supuse que era la habitación de Marion, ya que había una camisa sobre la cama. Salí de allí y me dirigí hacia la segunda puerta, la abrí y era una pequeña oficina, escritorio y silla giratoria con un estante llenísimo de libros. Abrí la tercer puerta y era un baño. La última tenía también una cama, simple y un poco pequeña {2pic} pero se veía acogedora... pensé que era la habitación de huéspedes, entonces subí algunas de mis maletas y me cambié la ropa a algo más cómodo, no pensaba salir, me sentía algo mal por el sueño de Andy... sentí que era un mal presentimiento y me preocupaba mucho, pero debía confiar en que no haría nada malo, debía confiar en él mientras estuviéramos separados, aunque sabía que me seguiría de cerca, sería capaz de mudarse aquí para estar conmigo, pero estaba decidida a ignorarlo por mucho que lo extrañara... Cuando acabé de cambiarme tomé la tintura que había comprado y me dirigí al baño. Cuando la terminé de prepararla me la coloqué sobre el cabello.
 Me sentí bien, me sentí como antes. Tomé unas tijeras y corté mi cabello hasta los hombros, me observé al espejo y quedó bien... luego me di una relajante pero rápida ducha, limpié el cabello del suelo y acomodé algunas cosas. Observé el reloj y marcaba las 16:15. No había comido nada, entonces caminé hacia la cocina y abrí el refrigerador.
 Al terminar de comer unas ricas hamburguesas que había preparado, coloqué el plato en el lavavajillas y volví a subir, me dirigí hacia el despacho de Marion y tomé un libro, sentí que estaba tomando demasiada confianza para conocerlo tan poco, pero lo necesitaba...

martes, 3 de diciembre de 2013

Capítulo 13.

 Me levanté tranquilamente de la cama y miré a mi lado, Andy estaba allí acostado con el cabello alborotado y sin camiseta, se movió un poco y abrazó mi cintura, obligándome a que me volviera a acostar cuando de pronto algo aumentó mi confusión... el repentino llanto de un bebé hizo que Andy abriera los ojos rápidamente.
-Voy yo. -Se levantó de un salto y se dirigió hacia la habitación de huéspedes. Unos minutos luego, cuando el llanto dejó de escucharse volvió con un pequeño y lindo bebé entre sus brazos. -Creo que alguien quiere dormir con mamá. -El pequeño abrió sus ojos y me dirigió una mirada tierna y dormilona, Andy me lo tendió y lo tomé cuidadosamente.
-¿Es nuestro?
-Pues si tontita. -Me contestó riendo.
-Es precioso.
-¿Verdad que si? Nuestro pequeño Joseph. -Una lágrima calló por mi mejilla mojando la del bebé, la sequé con la mano haciéndolo reír.
-¿Por qué lloras amor? -Se sentó a mi lado y besó mis labios levemente.
-Ésto no es real... es un sueño.
-Claro que no ____, mira que reales son las mejillas de nuestro Jojo. -Dijo apretando cuidadosamente las mejillas del bebé haciéndolo reír aún más.
-Te amo... 
-Y yo a ti hermosa, siempre lo haré -Me volvió a besar cuando sentí que el aire me faltaba, el bebé se desvanecía entre mis brazos al igual que Andy. De pronto me encontraba en una habitación vacía, absolutamente blanca, observé una esquina y allí estaba Andrew, otra vez con su cabello alborotado, sin camisa, jeanes rasgados color negro y botas demasiado sucias; noté unos rasguños en sus muñecas y su torso, tenía una botella de whiskey en la mano y un cigarro en la otra. Lágrimas caían de sus mejillas mientras observaba un sucio papel arrugado, me acerqué a él, pero no me hizo caso y le dio otro largo trago al líquido de la botella. Toqué su rostro pero mi mano lo traspasó, no podía tocarlo.
-¡Andy, suelta éso! -Aspiró humo del cigarrillo. -¡Mierda Andrew! -No podía evitar que las lágrimas cayeran por mi mejilla incontrolablemente, me tiré al piso y observé lo que tenía en la mano, era la foto del funeral... La observó otra vez y colocó una mano en su rostro ocultándolo. Volví a observar a nuestro alrededor y ya no estábamos en la habitación, si no en un hospital, me paré y él ya no estaba. Un grupo de doctores entró corriendo por el pasillo con una camilla.
-¡No dejen de controlar el pulso por favor! ¡Lo perderemos! 
-¿Por qué está aquí? -Preguntó un doctor que recién llegaba y que los seguía desesperado.
-Sobredosis.
-Inyéctalo. 
-¿Seguro?
-No sobrevivirá si no lo haces.
-Puede matarlo.
-Como puede que no, ¡inyéctalo dije! -Le hizo caso y mientras corría alguien le entregó una jeringa y se la inyectó al hombre, todavía no lo veía, todos lo tapaban. Entraron a una habitación y algunos se apartaron. De pronto entré en shock, era Andy.
-Lo estamos perdiendo doctor. -Dijo una enfermera, el doctor seguía tratando de reanimarlo, pero no reaccionaba, hasta que paró y la enfermera toco su cuello.
-Lo perdimos... -El doctor agachó la cabeza y se alejó de él, mientras la enfermera tapaba su cara con la sábana. Sentí como mi mundo se destrozaba al verlo. Cuando todos salieron me acerqué a él y quité la sábana de su rostro, podía tocarlo, abracé su cuerpo sin vida sin dejar de llorar.
-Ya entiendo lo que sentiste cuando te dijeron que había muerto... -Dije entre sollozos sin soltarlo, prácticamente hablando sola. -Te odio por hacer lo que hiciste, te odio muchísimo, pero eres el amor de mi vida maldito idiota. -Seguía llorando sin parar cuando otra vez sentí que el aire me faltaba... la vista se volvió borrosa y sentí como mi cabeza chocaba contra el suelo fuertemente. 

 Me levanté sobresaltada y casi sin aire de la cama, observé a mi lado y no había nadie... estaba segura de que ésto no era un sueño. Me levanté recuperando el aliento y me dirigí al baño. Abrí las llaves de la ducha y cuando la bañera estuvo llena entré y me di un relajante baño. Al salir tomé mi teléfono, 15 llamadas perdidas y 3 mensajes de Andy y 2 de Zack, con 4 llamadas. Observé el primer mensaje de Andy: Lo lamento mucho, estoy demasiado desesperado, ¿acaso no sabes lo que significas para mi? Eres mi todo, y creo que también deberías entenderme, ¿qué harías si hubieras estado 4 años sin verme? No podía dejar que mi bebé sufriera por un idiota. Lo lamento, pero también era por tu bien. De: Andy Biersack. Luego abrí el segundo: ¿No piensas contestarme? ¿No piensas que ya ha sido suficiente el tiempo que me torturaste? Te amo, y quiero verte, estar contigo y lograr todas las cosas que te conté en mi departamento... De: Andy Biersack. Y por último, el tercero: Por favor nena, debes perdonarme, estoy muriendo sin ti. Te repito, eres mi todo, y es horrible sentir que te hice mal, pero déjame arreglarlo, ésto me hace muy mal... De: Andy Biersack. Pulsé el botón de contestar y comencé a escribir rápidamente: Lo lamento, también me hace mal ésto, pero como te había dicho, necesito tomarme mi tiempo, todavía no estoy lista y espero que respetes mi decisión. Mientras tanto, no quiero que cometas ninguna locura, sabes de lo que hablo: drogas, alcohol, etc. Te amo, y mucho, pero debes entenderme como también yo te entiendo a tí. Para: Andy Biersack. Pulsé el botón de enviar y me vestí decidida a volver al trabajo como cada lunes {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=105939353&.locale=es}
 Terminé mi desayuno y observé el reloj de pared que marcaba las 8:02, salí apurada tomando la llave de mi auto y acabando de revisar que toda la casa estuviera bien cerrada. Salí y me adentré en el auto, encendí el estéreo y la canción The Lazy Song de Bruno Mars levantó un poco mi mal humor. Llegué al edificio y estacioné el auto donde siempre, bajé y entré en el.  Natalie me miró sorprendida.
-Buenos días.
-H...hola ____... -No le dí mucha importancia a su expresión y subí al ascensor. Llegué al piso y caminé rápidamente a mi oficina, pero cuando llegué, una chica rubia de mi edad estaba sentada en mi lugar.
-Disculpa... ¿por qué estás en mi lugar? -Dije confundida.
-Hmm, éste es mi lugar. 
-Claro que no.
-Si, ¡Ella! -Gritó, Ella apareció en un instante e igual que Natalie me observó sorprendida.
-Oh, ____, hola. 
-Hola Ella, ¿puedes decirme qué sucede aquí?
-Si... ella es Laura, tu... 
-¿Mi qué? 
-Tu reemplazante.
-¿Qué?
-Si... hmm, ¿Elizabeth no te dijo nada? -Dijo casi en un susurro.
-¿Decirme qué? -Se quedó un minuto callada. -¡¿Decirme qué Ella?!
-Mary nos dijo que estabas despedida... te mandó un correo a la mañana.
-¿Qué carajos? ¿Estás hablando en serio?
-Si ____, lo siento mucho. -Volvió a agachar la cabeza. Sin articular otra palabra me dirigí furiosa hacia el despacho de Elizabeth, mi ahora ex jefa.
-Elizabeth, ¿por qué no me dijiste que estaba despedida? Y dame una razón. -Se paró de su asiento y se dirigió hacia mi tranquilamente. 
-Escucha ____, toda la empresa se enteró de lo que hiciste, y éso no nos da una imagen profesional, lo lamento...
-¿Qué se supone que haré? ¿Conseguirme un hombre para que me mantenga? -Se encogió de hombros.
-Hay muchas cosas que puedes hacer ____, eres muy capaz.
-Vete a la mierda Elizabeth. -Fue lo último que dije antes de salir rápidamente y más enfurecida que antes hacia el ascensor. Me volví a subir al auto y dejé que algunas lágrimas se escaparan de mis ojos, ¿ésto podía ser peor? Sin empleo, sin Zack, sin Andy... Estaba en la ruina, en la completa ruina...