jueves, 28 de noviembre de 2013

Capítulo 12.

Me desperté de pronto con la respiración agitada, pero Andy no estaba a mi lado, corrí hacia la cocina rápidamente y observé que tenía mi teléfono.
-¿Qué haces? -Dije haciendo que se sobresaltara y lo dejara rápidamente dentro de mi cartera de nuevo.
-N...nada. 
-¿Estabas revisando mi teléfono?
-Claro que no. 
-Suelta mi cartera ahora mismo. -La apoyó sobre la mesa.
-¿Por qué tu teléfono está apagado?
-No tiene batería. -Mentí.
-¿Me dejas hacer una llamada? 
-No.
-¿Por qué? 
-Porque no.
-Dame tu número.
-Éste no es mi teléfono, es... es de mi... novio.
-Entonces dame tu número. -Le di el número de Zack. -Bien, te llamaré para salir.
-¿Qué? -Dije confundida.
-Lo que oíste.
-¿Por qué estabas viendo mi cartera?
-Curiosidad, ¿comemos? -La mesa ya estaba lista.
-No cambies de tema.
-Tú también lo hiciste, ¿comemos? -Insistió otra vez, suspirando me senté frente a él y comenzamos a comer en silencio, de pronto se paró y tomó una pequeña radio, la encendió y el tranquilo sonido de la canción Otherside de RHCP inundó toda la casa.
-Amo ésa canción. -Limpié mi boca con la servilleta acabando mis spaguettis. 
-Yo también, es hermosa. -Hizo lo mismo que yo. Me levanté tomando ambos platos. -Lo haré yo, no te molestes. -Me los quitó de las manos.
-Está bien... creo que es hora de irme, ¿qué hora es? 
-Las cinco y media de la tarde. 
-¡¿Qué?! -Exclamé tomando mis cosas rápidamente, me llegaron 5 llamadas perdidas y dos mensajes, obviamente de Zack, observé los mensajes, uno de hace una hora: ¿Te falta mucho? Estoy esperándote... De: Zack. Luego el segundo, hace 3 minutos: Nena, si no vienes en cinco minutos iré a buscarte. De: Zack.
-¿Sucede algo? -Preguntó Andy tranquilamente.
-Santa mierda, claro que si, mi novio se enfadará muchísimo conmigo, adiós, gracias por la comida y por dejarme hacerte la entrevista. -Le di la mano y salí corriendo del departamento, subí al ascensor y mientras las puertas se cerraban escuché la voz de Andy detrás de mi.
-¡Hey Jen, espera! -Observé su rostro entre las dos puertas sosteniendo algo entre sus manos, no le di importancia y cuando llegué hacia el estacionamiento subterráneo entré al auto, arranqué y me dirigí hacia el hotel, afuera observé a Zack parado en la entrada de éste, lo miré y me dirigí hacia el estacionamiento, bajé y corrí hacia la entrada, lo abracé fuertemente y besé sus labios una y otra vez.
-Lo lamento, entremos. -No me dijo ni una sola palabra, su cara mostraba desinterés, lo tomé de la mano y nos dirigimos hacia el ascensor, subimos en silencio y cuando llegamos a arriba tomé la llave de su bolsillo y abrí, volví a tomarlo de la mano y lo llevé hacia la cama, donde ambos nos sentamos. Volví a abrazarlo pero quitó mis manos de su cintura.
-Necesitamos hablar.
-Dime, no quiero que te enfades conmigo, puedo explicártelo... 
-Déjame hablar. -Asentí con la cabeza. -Ya... no podemos estar juntos.
-Es broma, ¿no?
-Ojalá lo fuera. -Agachó su cabeza.
-Zachary, ya te lo expliqué...
-Sé que amas a Andy, y no puedo estar contigo mientras tú amas a otro. Lo entiendo, tienen historia, pero yo también existo... 
-Zack, no puedes hacerme ésto. -Las lágrimas comenzaron a caer por mi cara.
-Lo lamento ____, ya no  puedo... -Un segundo después recordé a Andy con mi teléfono, estaba encendido cuando lo tomé... por suerte había borrado todas las llamadas recientes, observé el teléfono de Zack sobre la televisión y lo tomé, luego observé los mensajes y si... había uno proveniente de mi número: Buenas tardes Zachary, soy Andy Biersack, sé que me conoces y sé que tienes claro que tu novia me ama, y yo la amo a ella, es mi vida entera, asique tienes hasta hoy para terminar con ella, para dejarnos vivir una vida tranquila juntos o le diré lo que sé sobre ti... Si, sé que estás con la novia de Alex, tu amiguito, en secreto... aléjate de ella por las buenas o por las malas, decídelo, puede terminar odiándote o simplemente como amigos. Recuerda, hasta hoy... De: Amor. Una lágrima cayó por mi mejilla.
-Así que ésa era la razón, ¿no? -Tiré su teléfono al piso oyendo el ruido de la pantalla romperse.
-____... tranquila, puedo explicarlo.
-Oh, ahora tú eres el que puede explicarlo, ¿sabes qué? Está bien, terminemos, te deseo lo peor del universo Zachary... te ganaste mi odio, felicidades. -Le contesté sollozando sin parar más furiosa que nunca.
-____...
-¡Cierra la maldita boca! -Tomé mi pequeña valija, mi cartera y corrí hacia el ascensor, presioné el botón de planta baja y cuando llegué hacia abajo paré un taxi, me subí junto con mis cosas y le ordené que arrancara, ya que Zack iba detrás de nosotros.
-¿Hacia donde señorita? 
-Boston...
-P...pero, son muchos kilómetros señorita. -Dijo nervioso.
-Entonces solamente déjeme en la terminal de autobús por favor... 
-Bien. -Unos 20 minutos luego llegamos, le pagué y me bajé junto a mis cosas, me dirigí hacia adentro... había una cabina para sacar boletos sin nadie, corrí hacia ella y la chica me miró algo intrigada.
-Buenas tardes. -Dijo amablemente.
-Buenas tardes, quisiera un boleto para con destino a Boston lo más pronto posible por favor.
-Justamente dentro de diez minutos se va el último, ése es el último en cinco horas.
-Deme ése. -Le entregué el dinero y me lo entregó, corrí hacia afuera y me subí al autobús rápidamente. Me senté a un lugar libre al lado de la ventana, un minuto luego alguien se sentó a mi lado, lo observé de reojo y era el hombre rubio de mi sueño, la intriga y el miedo me consumieron, traía anteojos y traje con corbata, me observó y tenía unos penetrantes ojos verdes que me observaron con amabilidad.
-Hola, soy Marion... -Me tendió su mano, la estreché pero seguía en shock. -¿Tienes algo? -Quité mis ojos de él y observé el suelo.
-No, no es nada, soy Jen, mucho gusto.
-¿Segura? -Volví a verlo, me quité los anteojos y comencé a hablar.
-En realidad no, pero no te importaría.
-Claro que si. Tranquila, puedes confiar en mi...
-¿Por qué quieres saberlo?
-No me gusta ver a una chica tan hermosa con la cara tan triste, tu sonrisa debe ser hermosa... -Sonreí a medias.
-Es algo confuso...
-Trataré de entenderlo. -Me dirigió una sonrisa de hermosos dientes.
-Está bien... mi ahora ex novio me engañaba mientras estábamos juntos, y mi otro ex lo extorsionaba para que terminara conmigo para que yo estuviera con él, pero ahora mismo lo único que quiero es estar sola, sin nadie a mi lado...
-Oh, en verdad es complicado. -El autobús comenzó a moverse.
-Lo es, demasiado... 
-Me pasó algo parecido el año pasado... estaba por casarme, pero descubrí que mi prometida me engañaba con mi mejor amigo, luego de éso decidí comenzar de nuevo, me mudé, conseguí un gran empleo en Boston, conocí a muchas personas asombrosas entre muchas otras cosas más.
-Nuestras historias son parecidas, yo también me mudé a Boston, enviaron al hombre que amaba a un psiquiátrico, y me afectó muchísimo, pero ahora no tengo el coraje suficiente para   decirles a mis familiares y amigos que estoy bien, todos ellos piensan que estoy muerta.
-¿Tú les dijiste que estabas muerta?
-No, en realidad desaparecí, cuando me mudé pensaron que estaba tan mal que me había suicidado, o que me había lanzado al río, pero nada fue así, y esperé 4 años para volver a hablar con todos, pero veo que ahora están mejor sin mi.
-¿Cómo puedes decir éso? Son tu familia, tus amigos... escucha Jen, no te conozco para nada, pero tengo seguro que eres una persona maravillosa, yo no podría vivir sin extrañarte, tal vez siguieron con su vida adelante pero, ¿esperabas que murieran pensando que estabas muerta? Ellos tienen una vida nena, pero no quiere decir que están mejor sin ti.
-Hace mucho que alguien no me hablaba así, tan sinceramente... -Ambos reímos.
-Tenía razón. -Dijo de pronto.
-¿En qué?
-En que tu sonrisa es preciosa. -Sentí como mis mejillas se sonrojaban. -Eres muy hermosa Jen, tus ahora ex's tuvieron muchísima suerte, no entiendo qué clase de estúpido se metería con otra estando contigo... 
-Pienso que si alguien no te ama, puede ser capaz de hacer cualquier cosa, solamente importa lo de adentro, las parejas se aburren de ellos mismos en algunos casos...
-Tienes razón, pero yo no me aburriría de ti.
-Basta. -Le respondí volviendo a sonreír, el soltó una pequeña carcajada.
-Está bien, cambiemos de tema... ¿dónde trabajas?
-En la compañía de diseño Lauren & Secrets, ¿tú?
-Soy director financiero en una empresa.
-¿Cual?
-La empresa del señor Biersack, no sé si la conoces. -Dios mío.
-Oh, si... Hmm, creo que sería conveniente cambiar otra vez de tema... 

 Al llegar al fin a Boston ambos nos bajamos del autobús habiendo intercambiado números de teléfono... en verdad el miedo se había ido, fue solamente un sueño, nada de la realidad para que me asustara de un hombre tan agradable como Marion, me caía muy bien en un momento tan asqueroso como éste. Tomé un taxi hasta la casa y cuando llegué le pagué y me bajé, abrí con mi llave y dentro no había nadie por suerte, tomé mis cosas y las coloqué en tres grandes valijas, las bajé de a una pero no había pensado en dónde podía quedarme, ¿qué haría? Parte de mis ahorros estaban en ésta casa, pero también el dinero de Zack, no podía echarlo, pero luego de lo que me hizo lo único que quería hacer es no verlo nunca más. Como una estúpida volví a subir mis cosas y las desempaqué... me acosté un segundo para pensar qué podía hacer y de pronto oí la puerta tratando de abrirse, estaba con llave... observé por la ventana y era Zack, la abrí y me asomé a ella.
-¿Te atreves a venir luego de lo que hiciste maldito? 
-____, ésta casa también es mía. -Dijo tranquilamente.
-Claro que no, vete Zachary.
-¿Dónde esperas que me quede? 
-Ése no es mi problema, vete.
-Ábreme, por favor.
-No me pidas por favor, solamente vete a la m*ierda.
-Oye... no te hagas la difícil. -Me contestó, estaba comenzando a enfurecerse.
-¿Que no me haga la difícil? No querido, no me hago la difícil, creo que si te enteras de que tu novio te estuvo engañando con la novia de su mejor amigo reaccionarías bastante mal, creo... ¿o no? ¿Sabes qué? Vete por siempre, toma tus cosas. -Entré rápidamente, tomé su ropa y la lancé por la ventana, se sentía como una película, pero era muy bueno para descargar mi furia... 
-Maldita sea ____. -Volví adentro y le lancé más ropa y alguna que otra cosa escondida hasta que encontré un sobre rojo entre su ropa, lo tomé, lo abrí cuidadosamente y comencé a leer.
 "Te amo, no puedo negarlo, desde que te vi por primera vez me enamoré perdidamente de ti, pero ya no puedo seguir... recuerda que tus problemas son míos y viceversa, pero tu vida es demasiado pesada para mi, tengo suficientes problemas como para luchar con los tuyos también. Lo lamento, pero ésto no es solamente duro para ti, es demasiado difícil hacer ésto, mi corazón se está rompiendo cada vez más mientras lo escribo, pero es mejor para ambos que terminemos y sigamos con nuestras vidas solos, que consigas a otra persona que en verdad pueda ayudarte en tus problemas, porque yo no soy tan fuerte como para hacerlo. En verdad lo lamento muchísimo, pero sé que eres fuerte y lograrás vencer tus miedos y arreglar todos tus problemas sin mi ayuda. Te amo y siempre te amaré, hasta siempre... Zack." Pensé que iba a romper a llorar pero al contrario, mi cara estaba completamente seca, en vez de tristeza sentía una furia interminable, ¿por qué no me había entregado ésto antes? Me volví a asomar a la ventana pero no había nadie y la ropa seguía en el piso. Entré y me senté en la cama, tomé el teléfono, le saqué una foto a la carta y comencé a escribir un mensaje... "¿Cuándo pensabas entregármela? ¿Cuándo la escribiste? Eres ridículo, obviamente puedo resolver mis problemas sola, obviamente soy fuerte, por éso sigo aquí, en MI casa, por éso no lloré cuando la leí, ¿qué te parece lo que hiciste? Ve, ve con ella, a mi no me importa, ella sabrá resolver los problemas de un hermoso chico que engañó a su novia por no sé cuánto tiempo. Gracias por hacerme mucho más fuerte que antes. Te recuerdo: te odio muchísimo, demasiado como para volver a verte o a saber de ti. Para: Zack." Pulsé el botón de enviar sin pensarlo dos veces y otra vez comencé a escribir un mensaje nuevo: "Hola, espero que estés feliz. Como esperabas Zachary terminó conmigo, pero te informo que lo menos que quiero ahora es verte otra vez, aunque acepte que te amo no quiero verte, no quise que me reconocieras, no estaba lista, pero a ti no te importó éso, no te importó lo que estaba haciendo por nosotros, necesitaba tiempo, y me lo tomaré ahora. Estoy más que enfadada contigo, más de lo que nunca estuve. No llames ni mandes mensajes hasta que yo me serene de una vez por todas y mi maldita furia se haya ido. Para: Andy Biersack." Otra vez lo envié, lo coloqué en silencio y me acosté a dormir, tenía esperanzas de que al otro día comenzara la mañana de una manera un poco menos dramática, trataría de olvidar lo que sucedió, la horrible traición de los dos hombres que amaba.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Capítulo 11.

Cuando ambos nos sentamos uno junto al otro él encendió la tele, hizo zapping un minuto hasta que paró en el canal donde la mayoría de las veces pasaban películas muy viejas.
-¿Te gustan las películas viejas? 
-Me encantan. -Mentí, él sabía que no me gustaban, se lo había comentado una vez, pero seguramente lo recordaba y lo hacía a propósito.
-A mi también. -Dijo dejando el control sobre la mesa ratona, frente a nosotros. Unos diez minutos luego sentí como mis ojos comenzaban a cerrarse, oh no... éso era lo que pasaba siempre con éste tipo de películas, no podía evitar dormirme. Luché por que mis ojos no se cerraran, pero sumado el poco sueño de anoche no lo pude evitar, sentí el hombro de Andy sobre mi mejilla, su calor, su aroma... me quedé profundamente dormida.

 Me desperté en la misma calle oscura de antes... pero ahora los secuestradores de la primera vez volvieron... traté de correr pero el hombre era mucho más rápido que yo, me tomó de la cintura y me arrastró luchando y esquivando mis patadas.
-¡Quieta! -Seguí haciéndolo, luchando por que me soltara.
-La mataría ahora mismo... -Dijo la mujer rubia con cabello corto delante de él, no conocía a ninguno de los dos, el hombre que me sostenía, rubio, cabello demasiado desarreglado, largo hasta los hombros y sucio, ojos verdes, ropa gastada, debía tener unos 27 años, y la chica, rubia, pelo corto y brillante, ojos marrones, vestida muy elegante, entre 26 y 28 años.
-No, no podemos hacerlo hasta que hable. -Lo observé fijamente sintiendo como las lágrimas caían sobre mis mejillas sin dejar de patear, la chica se acercó hacia mi y me golpeó fuertemente en el estómago con su puño, haciendo que dejara de luchar.
-Bien, gracias cariño. Y tú deja de mirarme perra asquerosa. -Dijo el hombre dándome una fuerte cachetada. Nos subimos a un auto oxidado y viejo estacionado a un lado de la calle, yo estaba al medio, a mis dos costados estaban el hombre y la mujer, observé a la persona que arrancó el auto y era una chica joven, casi de mi edad.
-¿Hacia donde ahora?
-A mi casa, luego la matamos, ¿nos ayudarás a esconder el cadáver pequeña? -Oh, ésto se sentía tan horrible e incómodo, me acomodé en el asiento volviendo a llorar sin consuelo.
-Sería un gusto, la llevaremos hacia el puente. -Contestó la chica que manejaba con un tono divertido.
-¿Qué quieren que diga? No quiero morir por favor, no hice nada, no me hagan daño, les daré mi dinero, todo lo que quieran pero no me lastimen. -Dije entre sollozos, la mujer me dio una fuerte cachetada en la mejilla.
-Tranquila nena, no me dejarás nada a mi. -Dijo el hombre rubio a mi lado riendo.
-Por favor, al menos díganme qué hice. -Volví a insistir.
-¡Cierra la boca perra, éste no es el momento! -Me dio una patada en la pierna haciendo que gritara del dolor, en un segundo el hombre sacó un rollo de cinta de su rota chaqueta, cortó un pedazo y me lo pegó en la boca.
-Listo, así estaremos mejor hasta que lleguemos. -No volvieron a hablar hasta unos quince minutos luego, cuando el auto se paró frente a una casa que no supe reconocer por los vidrios polarizados, el chico rubio abrió la puerta y me tomó de la mano con fuerza obligándome a salir a zancadas. 
-Quédate aquí, toca la bocina dos veces seguidas si alguien sospechoso trata de entrar a la casa, ¿bien? -No oí la respuesta de la chica. Nos dirigimos los tres hacia la puerta y allí fue cuando entré en shock, estábamos en casa de Ashley, en la antigua casa de Andy... Entramos y la mujer me ató a una silla con una cuerda demasiado apretada que lastimaba mis muñecas.
-¿Por qué lo hiciste maldita perra? -La mujer volvió a golpear mi estómago con su puño, seguido el hombre la tomó de los hombros besando su cuello.
-Tranquila... -La soltó y se dirigió hacia mi y se arrodilló entre mis piernas. -Te quitaré la cinta de la boca, pero juro que si gritas de apuñalaré una y otra vez hasta matarte. -Mostró una repugnante sonrisa, sacó un filoso cuchillo del bolsillo y lo pasó sobre mi garganta, luego me quitó la cinta de la boca y se volvió a parar. 
-¿Por qué estamos aquí? -Susurré asustada.
-Nos gusta ésta casa, ¿la reconoces? -Me contestó la mujer golpeando mi cara con su puño, haciendo que escupiera sangre. -¡Te hice una maldita pregunta perra! -Levantó su pierna con mucha flexibilidad y golpeó mi cara sin piedad alguna, logrando que cerrara mis ojos y quedara inconsciente... 






Perdón por el capítulo tan cortito, pero en seguida si tengo tiempo sigo escribiendo el siguiente:3


domingo, 24 de noviembre de 2013

Capítulo 10.

Los nervios me consumían. Dí un último vistazo hacia la puerta principal y me subí al auto, ésta vez no encendí el estéreo, no podría tomar el riesgo de que otra canción triste hiciera que rompiera a llorar de nuevo... Pensé por un segundo y tomé el camino hacia una tienda de licuados a la vuelta del edificio de Andy. Estacioné, me bajé y ya adentro pedí una limonada lo más fría posible. Me la bebí rápidamente y luego me comí los 6 hielos haciendo que mi voz comenzara a volverse áspera y diferente a la normal, éso era lo que buscaba... Subí al auto y rápidamente me dirigí hacia el departamento. Al llegar al estacionamiento subterráneo no vi su antiguo auto, pero no le di importancia y tomé el ascensor hacia su antiguo piso. Cuando llegué hacia arriba me dirigí a la puerta y oí una conversación dentro.
-No Andrew, ¿sabes lo que estás haciendo? ¿Te das cuenta? 
-Pero Cassadee, tienes que entenderlo.
-No, no quiero entenderlo, ¿amor? ¿en serio? ¿quieres que entienda que estás con otra? ¿que tienes una amante? Eres un hijo de p*uta, en verdad te amaba.
-¿Me amabas?
-Exacto, te amaba, tiempo pasado.
-No puedes dejarme.
-Observa como lo hago. -De pronto la puerta se abrió y estuve a punto de caerme.
-Oh, tú debes ser la amante de Andy, ¿no? Pasa, ya me estaba yendo, amor. -Dijo la chica observándome con desprecio y casi gritando la última palabra.
-N...no, en realidad soy una periodista, no sé que sucede.
-¿Estuviste oyendo nuestra conversación? -Preguntó Andy con el ceño fruncido.
-Claro que no, acabo de llegar y estaba a punto tocar la puerta. 
-Bueno, los dejaré solos... -La chica se alejó haciendo ruido con sus tacones.
-Te conozco, ¿puedes quitarte los anteojos? 
-No. -Le respondí seria.
-¿Por qué?
-No quiero hacerlo, simplemente éso.
-Está bien... ¿para qué vienes? ¿puedo saber tu nombre?
-Meredith Jeniffer Johnson, periodista... vengo a hacerte algunas preguntas sobre ____ Worsnop Evans...
-Pasa. -Abrió aún más la puerta dejándome espacio para pasar, pero al momento en el que pasé noté sus ojos sobre mi y sus dedos rozando mi hombro, haciendo que sintiera escalofríos, ambos nos dirigimos hacia el sofá de la sala de estar, me senté y se sentó pegado a mi. -Dime lo que quieras decir, puedes preguntarme lo que quieras, pero primero quítate el sombrero o los anteojos para comenzar. -Me quité solamente el gran sombrero y como lo había hecho antes saqué la grabadora de mi cartera y pulsé el botón de grabar.
-¿Cuándo te enteraste de su muerte?
-Ella sigue viva... pero cuando me dijeron que había muerto quise suicidarme... quise volverme alcohólico y drogadicto por ella... terminé en el hospital por un exceso de pastillas, pero por suerte no me volvieron a enviar a ningún psiquiátrico, y como ves sigo con vida solamente por ella, porque ella habría querido éso.
-¿Qué sentiste cuando los padres de ____ llamaron a la gente del psiquiátrico para que te internen?
-Mi vida se derrumbó, creo que se disculparon unas 80 veces como mínimo, pero jamás podría perdonar lo que hicieron, me alejaron de la mujer que amaba, cuando tenía la oportunidad de estar con ella me alejaron... fue lo más cruel que pudieron haber hecho.
-¿Por qué piensas que ella está viva?
-Hablo con ella...
-¿Estás seguro que no es alguna ilusión o simplemente no es ella?
-Es ella, no es una ilusión, lo sé, no estoy tan loco, ella vive, ella jamás murió.
-¿Quién era la mujer que salió?
-Mi novia... ahora ex.
-Oh.
-¿Alguna otra pregunta?
-Si, ¿mantuviste contacto con sus amigos?
-Si, claro, es más, Mike Fuentes trabaja en mi empresa.
-¿Sigues en tu empresa?
-Claro, nadie me la puede quitar, es herencia.
-¿Como te va?
-Mejor que nunca.
-¿Amabas a la que ahora es tu ex?
-Si, hasta que hablé de nuevo con ____.
-¿Por qué trataste de beber en Boston?
-¡Sabía que te conocía! Ella me dijo que no podemos vernos, y éso me dolió tanto que pensé que no valía la pena seguir.
-¿Ahora estás mejor?
-Un poco... creo.
-Ella te ama.
-¿Cómo lo sabes? -Dijo observándome sorprendido con los ojos muy abiertos.
-Lo presiento. ¿Sabes que sucedió con Scout Compton?
-Salió de la cárcel hace dos meses y se mudó a Europa para rehacer su vida.
-¿Está mejor que antes? ¿Qué cargos le aplicaron?
-No lo sé, no la he visto desde el día en el que me llevaron. Posesión ilegal de armas de fuego y transporte de narcóticos y psicofármacos.
-¿Tenía armas?
-Al parecer si.
-¿Qué es lo que más extrañas de ____? -Volví a las preguntas anteriores.
-No hay ninguna cosa que no extrañe, todo de ella me llenaba, extraño todo lo que hacía o decía, su rostro, sus suaves labios, sus preciosos ojos avellana...
-¿Tienes esperanzas de volverla a ver?
-Claro que si.
-Bien, creo que terminé.
-Espera... ¿almorzaste?
-No, ¿por qué?
-Estaba a la mitad de mi especialidad... -lo miré insegura. -Está bien, en realidad iba a hacerlo en una hora pero qué mas da, ¿quieres quedarte?
-No puedo.
-¿Por qué? 
-Mi novio está esperando en el hotel y no se siente muy bien.
-¿T...tienes novio? 
-Si.
-M*ierda ____, ya sé que eres tú. -Me tomó de los hombros de pronto y me sacudió.
-¡Espera! ¿Qué ridiculeces dice señor Biersack? Mi nombre es Meredith Johnson, y lo único que tengo que ver con ____ es una investigación, que me parezca no significa que sea la reencarnación de la señorita.
-Vi tus ojos detrás de los anteojos, los conozco, eres tú, ¿por qué no lo quieres aceptar? ¿por qué me mientes?
-¡No soy ____! Y ahora si me disculpas me tengo que ir.
-Espera, déjame hacerte algunas preguntas a ti... -Suspiré.
-No.
-No seas tan dura.
-Dije que no.
-Por favor ____...
-Óyeme muy bien Andy, no soy ____, entiéndelo de una j*odida vez. -En verdad no estaba para nada lista para que me reconociera, para abrazarlo, para besarlo, para nada... no quería hacerlo estando con Zack, los amaba a ambos, era tan confuso... 
-Está bien, no te volveré a llamar ____ nunca más si almuerzas conmigo.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
-Está bien, pero solamente algunas preguntas y me voy, ¿bien? -Su cara se volvió alegre, algo que me provocó una inmensa ternura.

-Bien, siéntate... ¿cómo era tu nombre?
-Jen. -Dije tomando asiento en la mesa redonda de la cocina.
-¿No era Meredith?
-Meredith Jeniffer, pero prefiero Jen.
-Oh, está bien... entonces Jen, ¿qué quieres de comer?
-Cualquier cosa estaría bien para mi. -De pronto escuché mi teléfono sonando en mi bolso, lo tomé y observé que era Zack, atendí rápidamente.
-Hola amor. 
-Hola bebé, ¿cómo estás? ¿llegarás tarde? ¿dónde estás?
-¡Zack! -Rió del otro lado, haciéndome reír a mi también.
-Dime.
-Ok, estoy muy bien, creo que llegaré en una hora, estoy en casa de Andy Biersack, acabo de estar en casa de Kellin y Katelynne, cuando llegue al hotel te cuento.
-¿Por qué tu voz se escucha tan rara?
-Luego te explico, debo irme.
-Oh, ¿te interrumpí? Lo lamento mucho. -Dijo apenado.
-No, no es nada amor, tranquilo, hablamos luego, te amo.
-Y yo a ti, cuidado con Andy.
-No seas tonto Zachary, dije te amo, solamente a ti, ¿no lo entiendes?
-Si, lo entiendo, lo siento, nos vemos aquí, en una hora, sin un minuto más, te amo otra vez.
-Te amo de nuevo. -Ambos reímos. -Adiós amor. -Corté y apagué el celular, temía que Andy tramara llamarme mientras estábamos juntos.
-¿Cómo se llama tu novio? -Preguntó de pronto.
-Zack.
-¿Nombre completo?
-Zachary Steven Merrick.
-¿No está en una banda?
-Exacto.
-Oh, lo conozco, ¿desde hace cuánto están juntos?
-Seis años. -Mentí.
-Wow, ¿conviven?
-Si.
-¿Lo amas?
-Más que nada.
-¿Alguna vez estuviste en un hospital?
-Si, a los 13 me dolía el estómago, entonces me llevaron allí, me operaron ya que me había tragado una moneda. -No pude evitar reírme por la absurda historia que acababa de inventar, Andy también rió, pero otra vez volvió a estar serio mientras cortaba algunas verduras.
-¿Ninguna otra vez?
-No.
-¿Por qué fuiste a casa de Kellin?
-Les hago la entrevista a los más allegados de ____.
-¿Viste a Copeland? -Se dió la vuelta viéndome con una gran sonrisa mostrando sus blancos y hermosos dientes.
-La vi, es hermosa.
-Lo es.
-Es una niña muy cariñosa y dulce, quisiera haber tenido una niña así con mi pequeña ____.
-¿En qué planes soñabas con ella?
-Primero le hubiera pedido que sea mi novia, segundo, convivir, comprar una casa solamente para nosotros en el bosque, tercero, pedirle casamiento, cuarto, tener dos hijos y quinto envejecer juntos con nuestros hijos y nietos... -Una lágrima cayó por mi mejilla.
-Éso es muy tierno.
-Gracias. -Noté como sus mejillas se sonrojaban.
-Me gusta cuando te sonrojas.
-Tú no lo haces jamás.
-Creo que no es lo mío. -Reí.
-¿Y si te digo que eres hermosa?
-No funcionará Andy... -Rodé los ojos divertida, se acercó a mi soltando el cuchillo sobre la tabla y me miró fijamente a los ojos.
-En verdad eres hermosa, me gustan tus labios y tu aliento huele a menta... -Una pequeña sonrisa se curvó en sus labios. -¡Lo logré! -Dios mío, corrí la cara hacia un lado y él tocó una de mis mejillas.
-No hagas éso o me iré. -Soltó una carcajada.
-Tranquila, no lo volveré a hacer con una mujer con pareja.
-Claro... -Volví a rodar los ojos.
-¡Oye, vi tus ojos rodar! -Reí.
-Lo sé, ésa era mi intención. -Volvió a reír conmigo y suspiró.
-Eres divertida cuando no eres gruñona.
-No me conoces.
-Si, te conozco, vi cuando te caíste en el restaurante, te vi otra vez en la calle distraída, luego en el otro restaurante cuando tu novio quiso matarme, cuando me ayudaste tirando mi whiskey y ahora aquí... 
-Es verdad, pero no hemos hablado muchas veces.
-Solamente me has tratado mal o insultado. -Rió volviendo a tomar el cuchillo y cortando las verduras.
-Claro que no... 
-Claro que si, no lo niegues... y seguiré con mis preguntas... ¿a la casa de quiénes has ido y a cuáles tienes que ir próximamente?
-He estado en casa de Jared Leto, Austin Carlile y Kellin Quinn, no muchos, y próximamente debo ir a casa de Mike y Vic Fuentes, los padres de ____, su hermano Daniel, Oliver Sykes... ¿Qué hacías en Boston?
-No me gusta que cambies el tema, pero da igual... tuve una reunión con uno de los jefes de la empresa de allí, negocios, nada interesante.
-En el restaurante te vi junto a tu chica.
-Oh, es mi socia.
-Wow, que apropiado. -Dije sarcástica, él solamente rió. -¿Puedo saber qué te dijo al oído cuando me caí?
-Éso sería en verdad muy inapropiado, te molestarías.
-Claro que no, es pasado, solamente dímelo.
-"Que ridícula, seguramente es de Texas, estúpida y fea", fue de muy mal gusto, pero en ése momento ella en verdad me gustaba...
-Oh.
-¿Te enfadaste?
-Claro que no Andy, dije que no me enfadaría.
-Me alegra saber éso, ¿vemos una película mientras los spagettis se cocinan? 
-Está bien. -Le contesté parándome y dirigiéndome detrás de él otra vez hacia el sofá.