martes, 19 de noviembre de 2013

Capítulo 9.

-Quítate los anteojos y el sombrero muy despacio, si intentas correr o algo raro, te disparo. -Le hice caso con terror, me quité los anteojos y el sombrero y los coloqué sobre la cama detrás de mi. -Bien, ahora dime, ¿quién eres y qué haces aquí?
-Soy... ____, y quería ver si Ashley estaba aquí, nada más. Por favor no me hagas daño. -No mostraba ninguna expresión y seguía sosteniendo el arma firme entre sus dedos apuntando mi frente.
-¿Qué eres tú de Ashley, y para qué lo buscas? ¿____ cuánto?
-____ Meredith Worsnop Evans... soy su amiga, lo busco para hablar con él sobre... un hombre...
-¿____? -Bajó el arma y se acercó más a mi.
-¿Quién eres?
-¿En serio eres tú? 
-Pregunté que quién eres. -Pregunté tomando aún más coraje.
-Soy yo nena, Ashley... -Se quitó el sombrero y los anteojos y si... era él. 
-Oh por dios Ash. -Me abalancé hacia él abrazándolo con los ojos cristalizados.
-Nena, lamento...
-¿Por qué desapareciste? ¿Cambiaste tu número telefónico? Dímelo por favor, ¿por qué entraste con el arma? ¿Por qué estás así? -Lo interrumpí y él me soltó.
-Bien, creo que hay muchas cosas que explicar, sentémonos, ¿bien? -Le hice caso y me senté en la cama detrás de mi, al igual que él, que me miraba inseguro. -Primero necesito que prometas que no dirás nada y que por lo que más quieras no salgas corriendo.
-Está bien... -Dije confundida.
-¿Segura? Dí que lo prometes.
-Lo prometo Ashley. -¿Tan malo era?
-Soy un asesino... 
-Es una broma, ¿no?
-Déjame terminar... No, no es una broma, maté a mi socio, el bastardo quiso apuñalarme y pues... no iba a dejar que me dañara por supuesto, venía fastidiándome unos dos años, trabajaba con Andy y más de veinte veces quiso meterme en problemas inventando mierda de mí para que me despidieran, pero al no lograrlo quiso quedarse con mi puesto intentando matarme, como te había dicho.
-¿Y el cuerpo? -El terror volvió a mi.
-Como habrás notado, hay una larga mancha de sangre que termina en el baño... Tuve que lavar el cuerpo ya que tenía mis huellas en todo el cuerpo... cuando acabé me coloqué guantes y un vestuario especial, lo subí al auto y bueno... manejé hacia el río donde lo lancé. Saca ésa cara de terror de tu cara por favor.
-¿No me harás daño?
-¿Estás loca? Jamás te lastimaría, eres como mi propia hija... 
-Ok, no soy tan jóven. -Una pequeña sonrisa curvó sus labios. -¿Para qué volviste?
-La policía me busca, descubrió el cuerpo y necesito limpiar todo...
-¿N...necesitas qu...que te ayude? -Tartamudeé.
-¡Claro que no! No quiero que intervengas en ésto, no te quiero cerca de mi ____, soy muy peligroso...
-¿Sólo lo mataste a él?
-No.
-¿A quién más? -Mi voz se convirtió en un susurro.
-A mi ex novia.
-¿Por qué?
-Soy un maníaco, ella me engañó y estaba por pedirle casamiento... 
-Oh, no eres un maníaco Ash.
-Claro que si, quiero que te vallas, en verdad soy peligroso, no intentes contactarme ni vuelvas aquí jamás, ¿bien? -Se paró y tomó mi brazo.
-¡Espera Ashley! 
-Dije que te fueras. -Se veía muy enojado pero triste.
-¿Estarás bien?
-Claro que si nena, podré hacerlo solo, he vivido así desde que la policía comenzó a buscarme, iré a vivirme a otro país, no te diré cuál es, ¿bien? -De pronto mi celular comenzó a sonar dentro de mi cartera, lo saqué y observé la pantalla. -¿Quién es?
-Andy... 
-¿Te encontraste con él?
-No, tengo pareja... pero no puedo evitar dejar de amar a Andy, es mi vida.
-Oh, atiéndele, debe estar preocupado. -Atendí y lo coloqué en altavoz.
-Hola Andy... -Un sollozo se escapó de mi boca y al instante Ash la tapó.
-Tranquila. -Me susurró.
-Hola amor, ¿qué te sucede?
-N... nada, estoy bien, ¿y tú?
-Dime qué te pasa.
-Andy, estoy bien, en serio, no te preocupes por mi, ¿podemos hablar luego? Yo te llamo.
-¿Con quién estás?
-Sola, dije que no te preocuparas de mi, tranquilo por favor, hablamos luego...
-Dime por favor, ¿estás con otro hombre? Odiaría saber éso.
-No... Andy... 
-Soy yo Andy. -Dijo Ash de pronto.
-¡No Ashley! -Le susurré pero estuve a punto de gritar.
-Debe ser una broma, ¿no?
-No hermano, soy yo... 
-Purdy... ¿en verdad eres tú?
-Si Biersack, soy yo. -Le respondió tranquilo.
-¿Qué hiciste? Te vi en las noticias, no te atrevas a tocar a ____...
-Tranquilo, ella es como una hija para mi... y tú sigues siendo como mi hermano.
-No sé que pensar, ¿es verdad que eres un asesino psicópata? No lo creí. -Susurró.
-Lo soy.
-No, Andy, él no es un psicópata... está bien, es verdad que cometió dos homicidios pero tuvo sus razones, ¿verdad? -Interrumpí y Ash negó agachando la mirada.
-No, en verdad lo soy ____, por éso quiero que te alejes de mi.
-Mierda Ashley, ¿tan trastornado has estado desde que me sacaste que quisiste asesinar a uno de mis socios y tu ex? -Se escuchaba enfadado.
-Si Biersack, tú en verdad no entiendes como me siento o me sentía, no sabes todo lo que me jodieron la vida Martins y Loreen.
-Te veías tan feliz... jamás hubiera pensado que te ibas a convertir en un fugitivo de la justicia por homicidio.
-Solamente soy sospechoso.
-Igualmente Purdy, es horrible lo que hiciste, ¿te das cuenta? 
-Lo sé, pero la vida es así, hay buenos momentos al igual que hay altibajos, nos vemos Andy, fue un placer volver a hablar contigo, te extrañé hermano.
-Ashley... -Cortó por mi, y luego me volvió a entregar el teléfono.
-Quiero que te vallas, por favor ____... 
-Está bien, me iré, pero quiero que me prometas que te cuidarás, ¿bien? -Tomé sus manos mientras oía el teléfono volver a sonar en mi bolsillo.
-Tranquila, lo prometo, pero tu también te tienes que cuidar... y una cosa más, yo sigo pensando que Andy es como mi hermano, y entiendo que el tiempo pasó, pero no juegues con él, si todavía lo amas y mucho haz algo, porque creo que ya sufrió demasiado mientras estaba encerrado, todos los días me preguntaba sobre ti, vivía por ti pequeña... -Sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla.
-Lo sé, haré lo posible, juro que no sería capaz de hacerle daño Ash, tranquilo, ahora iré a hablar con él pero no se tiene que enterar que soy yo, ¿sigue en su apartamento?
-Creo que si, he pasado por allí y vi su auto, y jamás se enterará que eres tu. 
-Te quiero. -Fue lo último que dije...
-Yo también. -Lo abracé fuertemente y cuando lo solté a duras penas me coloqué mis anteojos, mi sombrero y salí por la puerta sin mirar atrás decidida por visitar a Andrew, por verlo una vez más.






¡Alcancé a subirlo hoy! xd Siento si me tardo algunos días en subir capítulos, entiendan que tengo muchas materias para las que estudiar, pero espero que me tengan paciencia:3 Agradezco muchísimo sus comentarios lindas, muchísimas gracias y espero que les guste


domingo, 17 de noviembre de 2013

Capítulo 8.

Cuando llegué a casa de Kellin comencé a ponerme nerviosa, pero igualmente estacioné frente a su casa, bajé y toqué el botón del portero electrónico.
-¿Si? -Era Kailey.
-Hola, estoy buscando a Kellin Quinn.
-Oh, mi hermanito, si, ya no vive aquí, pero si quieres te daré su nueva dirección.
-Muchas gracias, está en California, ¿verdad?
-Exactamente. -Al acabar de darme su dirección le agradecí y me volví otra vez hacia el auto, no era tan lejos, y se encontraba a 5 cuadras de la casa de Vic y Mike. Sentí mi celular vibrar y lo quité de mi cartera, otro mensaje, lo abrí: *¿Por qué no me contestas? ¿Estás bien? ¿Te estoy molestando? Lo lamento. De: Andy Biersack.* Miré el anterior: *Buenos días mi pequeña, ¿como estás? Lamento si te despierto, quería hablar contigo, estoy tan ansioso... Te amo. De: Andy Biersack.* Oh, mi amor... *Buenos días, o mediodía amor... Estoy muy bien, ¿y tú? Dime que estás bien por favor... No, cuando me enviaste el mensaje estaba desayunando, pero estaba algo ocupada, lo lamento... Repito, estoy bien Andy, y no, no me molestas, al contrario, me encanta saber de ti, te extraño y también te amo. Para: Andy Biersack.* Pulsé enviar y arranqué el auto otra vez. Pensé que Kellin se había mudado a otra ciudad con Katelynne y Copeland, veo que cambiaron de opinión, algo que me alegra. Cuando llegué a la dirección que Kailey me había dado observé la gran casa que se encontraba allí, delante había un pequeño patio delantero con un mini-tobogán colorido, algo que me provocó mucha ternura...  tenía solamente un piso pero era enorme, color crema con rejas y detrás de ellas la casa, con una ventana y una puerta principal de madera, era muy hermosa. Toqué el timbre y unos segundos luego una pequeña niña se asomó a la ventana, era parecida a Kellin, detrás de ella apareció alguien que no pude identificar, de pronto Katelynne salió de la casa con la niña en brazos, supuse que era la pequeña Copeland.
-Buenos días.
-Buenos días hmm, ¿Katelynne?
-Exacto, ¿qué deseas? y disculpa, pero ¿cómo sabes mi nombre?
-Deseo hablar con Kellin, y lo sé porque soy periodista y he estado investigando sobre la vida de los amigos de la señorita ____ Worsnop Evans.
-Oh, ____... No sé si él aceptará, le consultaré, en seguida vuelvo. -Me dirigió una sonrisa cordial y volvió a cerrar la puerta de rejas, un minuto después Kellin salió y me miró atentamente.
-Hola... ¿Qué quieres hablar conmigo y quién eres?
-Mi nombre es Meredith Jeniffer Johnson y soy periodista, quería pr...
-No, no, no, en ésta casa no aceptamos ése tipo de personas. -Trató de cerrarme la puerta en la cara, pero no la sostuve.
-¡Espera Kellin! Disculpa... señor Quinn si así lo prefieres... Solamente son algunas preguntas, te las haré aquí mismo si así lo prefieres, no son muchas, por favor...
-¿Por qué debería de hacerlo?
-Porque sé que recuerdas a ____ aunque no lo quieras aceptarlo y lo ocultes, yo lo sé, lo noto en tus ojos... ten en cuenta que con ésto te quitarás un peso de encima.
-No sabes nada.
-Créeme, si lo sé. -Ambos nos quedamos en silencio por dos minutos, hasta que él habló por fin.
-Entra, pero hablaremos en el patio, si te parece.
-Claro... -Dí un paso para adelante para entrar pero me tomó del hombro.
-Y no es por ti, es solamente por ____, ¿bien? -Asentí con la cabeza y al fin me dejó entrar, pero no entramos por la puerta principal, si no por el portón que estaba al lado de ella. Cuando llegamos al patio observé atentamente todo. Era enorme, el césped estaba bien cortado y verde, había un árbol de gran tamaño y en lo más alto de él había una casita del árbol pequeña y rosada, también había una piscina. Ambos nos sentamos a un lado de la piscina, donde habían dos sillas bajo el árbol.
-Pregunta, pero que sea rápido. -Saqué el grabador de mi cartera y pulsé el botón grabar.
-¿Por qué tu odio hacia los periodistas?
-Me parecen personas que no respetan la intimidad de otras, que solamente viven de lo que hablan, me parece muy patético, ¿no ibas a preguntarme sobre ____? 
-Si, lamento salirme del tema. ¿Cuándo te enteraste de su fallecimiento?
-Supuesto... -Me corrigió, en verdad estaba de mal humor.
-Supuesto fallecimiento, lo lamento.
-Recuerdo que Austin y Jared fueron los que nos llamaron de a uno. Me sentí destrozado, ella había sido mi novia anteriormente, pero decidimos ser amigos...
-¿Por qué? 
-Yo tenía otra pareja, la chica que te atendió, yo estaba con ella mientras estaba con ____, fue un gran error pero finalmente logré tomar coraje para decírselo, y se lo tomó muy bien. Yo dejé embarazada a Katelynne, y míranos ahora, estamos casados con una hermosa niña. -Una pequeña sonrisa se formó en su cara.
-¿Cuántos años tiene Copeland?
-¿Cómo sabes cómo se llama? -Preguntó confundido frunciendo el ceño.
-Investigué, sé muchas cosas sobre ti, Austin, Jared, Mike, Oliver, Vic, entre otros.
-¿Ellos saben que sabes?
-No, pero ____ lo sabía, y lo hubiera aceptado.
-¿Eran amigas?
-Si, digamos que ella era como mi hermana. -Su enfado se convirtió en curiosidad.
-Oh, jamás te había visto, ¿podrías quitarte los anteojos y el sombrero? 
-Creo que no... tengo una enfermedad.
-¿Eres alérgica al sol? -Rió.
-No, pero me daña, y más al mediodía, es cuando está más fuerte.
-Solamente los anteojos. -Le hice caso, me los quité un segundo y observé sus ojos verdes atentamente, se veían tan lindos.
-Ojos azules... que asombrosos.
-Gracias. 
-Parecen lentillas.
-Me lo han dicho, pero no lo son, los heredé de mi padre. -Mentí.
-Son muy bellos.
-Muchas gracias. -Repetí. -Lo lamento, sigo con las preguntas... -Volví a colocarme los anteojos.
-Está bien, siento cambiar el tema. 
-No hay problema, siguiente pregunta... ¿Qué es lo que más extrañas de ____?
-Su sentido del humor. -Su respuesta fue muy breve.
-¿Cómo piensas que hubiera sido tu vida si tú y ella seguían juntos?
-Hmmm, es una pregunta difícil. Pienso que, aunque hubiéramos tratado, jamás podríamos haber sido una pareja seria, ella estaba mucho mejor con Jared que conmigo, yo le hice mucho mal, y ella no se merecía éso. Cambié, estoy mucho más limpio que antes, ya no bebo, salgo solamente algunos sábados, trabajo para mi esposa y mi preciosa hija...
-¿Cuándo se casaron?
-Hace ya un año.
-Felicidades. -Una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
-Muchas gracias. -De pronto Katelynne apareció y se acercó a nosotros con dos vasos de limonada, Copeland también traía uno pero en un pequeño vaso de plástico rosado.
-Hola...
-Hola de nuevo Katelynne. -Dije amablemente.
-Hola... ¿Meredith?
-Exacto.
-¿Se les ofrece limonada?
-Está bien, gracias. -Nos entregó uno a cada uno y se dió la vuelta. -¡Espera! -Casi grité.
-¿Si? -Volvió a dar media vuelta y me miró.
-¿Te molestaría que te haga unas preguntas a ti también? -Observó a Kellin, noté que éste le guiñó un ojo.
-Está bien. -Me sonrió y se sentó a un lado de Kellin. 
-¿Puedo sentarme contigo papi? -Dijo Copeland tomando su limonada.
-Claro pequeña, ven con papá. -La tomó en sus brazos y la colocó en su regazo.
-¿Quién es ésa señora papi? Me asusta. -Se acurrucó en su pecho, yo reí, me quité los anteojos y el sombrero.
-Lo lamento Copeland, ¿así te parece mejor? 
-¡Si! -Gritó sonriendo.
-Bien, no quiero asustarte. -Le dirigí una gran sonrisa, era preciosa. -Bien Katelynne, ¿cuándo y cómo conociste a Kellin y qué te enamoró de él? 
-Bueno, nos conocimos mediante un amigo suyo, Matty. Él es esposo de mi mejor amiga, y organizaron una pequeña fiesta privada, allí lo conocí y fue amor a primera vista creo, amé a éste pequeño hombrecito de ojos verdes desde la primera vez que lo vi, sentado, mensajeando con quién sabe quién. 
-¡Oye! -Kellin rió, pero ella lo ignoró y continuó con la historia.
-Me acerqué a él ya que estaba muy solo, le dije mi nombre, él el suyo, hablamos un rato y al finalizar la fiesta me ofreció una cita, acepté por supuesto, no se le puede decir que no a un hombre tan hermoso como él. Lo que me enamoró de él fue su personalidad y sus ojos. -Rió y besó a Kellin despacio.
-¡Qué tierno! Bien, la siguiente pregunta... ¿Conociste a ____? ¿Qué piensas sobre ella?
-Si, recuerdo que la conocí en el hospital, y me pareció que era una niña muy dulce, me cayó bien apenas me dijo hola... luego creo que nos vimos unas ocho veces más luego de haber desaparecido, el día en el que estaba mal con todos, luego de que se llevaran a su chico me habló por última vez en privado, recuerdo lo que me dijo textual, "Kate, espero que tengas una feliz vida con Kellin y Cope, te tomé mucho cariño en las pocas semanas que te conozco, y espero que cuides de Kellogs, sé que serás una madre maravillosa, haz feliz a mi pequeña sobrina y a mi amigo, ¿bien?" -Noté que los ojos de Kellin se cristalizaban.
-Jamás me contaste éso. -Dijo limpiando sus ojos.
-Papi, no llores. -Copeland pasó sus manos sobre sus ojos.
-No lloro pequeña, solamente se me metió una pequeña manito en el ojo. -Tomó su mano y la pasó por todo su rostro, haciendo que Cope riera a carcajadas.
-Bien, creo que son todas las preguntas, les agradezco mucho por recibirme, les deseo muchísima felicidad, aún más de la que ya tienen. -Me paré y ambos me besaron la mejilla.
-Muchísimas gracias Meredith.
-Prefiero que me llamen Jen.
-¿Por qué? -Preguntó Katelynne.
-Meredith Jeniffer Johnson.
-Oh, está bien, entonces Jen, fue un placer recibirte, mucho gusto. -Me sonrió.
-Gracias.
-¡Adiós señora que asusta! -Reí.
-Adiós pequeña Copeland. -De pronto abrazó mi pierna.
-Ya Cope, volvamos a casa amor, Jen se tiene que ir. -Me soltó y me sonrió.
-Adiós Jen. 
-Adiós pequeña. -Luego de ésta hermosa y triste despedida me coloqué los anteojos y el sombrero, los tres me acompañaron hacia la puerta, donde se volvieron a despedir y por fin me pude ir con algunas lágrimas en los ojos. Me subí al auto y encendí el estéreo, una canción extremadamente triste comenzó a sonar, My Inmortal, no pude evitar romperme. Cuando acabó encendí el auto y pensé durante un minuto... ¿Sería correcto visitar a Andy? ¿Seguirá en su departamento? ¿Habrá vuelto de Boston o vive allí? Si no me arriesgaba no podría probar nada de éso, y tengo el perfil exacto para hacerle todas las preguntas que quiera... Sin volver a pensarlo tomé la calle siguiente hacia la anterior casa de Andy, donde vivía Ash. 
 Cuando llegué estacioné en la puerta y me bajé. Jamás había estado tan nerviosa en mi vida... Seguía en ruinas, el patio estaba descuidado, las flores secas y marchitas, una ventana rota, algunos grafittis en la pared. Me dirigí hacia la puerta, estaba entreabierta, el miedo me consumía pero tomé coraje y entré... Dentro habían botellas de todo tipo de alcohol, pequeñas bolsas con un polvo blanco... cocaína... me dirigí hacia la que era habitación de Ash y había un camino de sangre que partía desde la cama y seguía hacia una derecha, lo seguí hacia llegar a otra puerta, donde había un baño. Me quedé shokeada, el camino de sangre terminaba en un gran charco dentro de la bañera, pero dentro no había nadie; la sangre ya estaba seca, pero estaba tintada completamente de rojo. En un segundo corrí hacia el patio, hacia donde Ash tenía sus autos y solamente había uno, uno pequeño que no había visto... Volví hacia la habitación y revisé la caja fuerte que estaba abierta... por supuesto no había absolutamente nada dentro. La cama seguía tendida, los muebles intactos, solamente con mucho polvo. Cuando acabé de revisar todo me di la vuelta y casi me muero... Un hombre con anteojos, sombrero, el cabello largo sucio, una musculosa casi desgarrada y unos vaqueros también sucios y rotos me apuntaba con un arma...