jueves, 5 de diciembre de 2013

Capítulo 14.

Estaba en la completa ruina... pero, ¿dejaría que ésto me afectara? Tenía empleo en la escuela, tendría más tiempo para dedicarme solamente a éso. Estaba bien, no era lo mejor del mundo, el sueldo no era tanto como aquí, pero podría vivir con éso. Encendí el auto y manejé hacia el supermercado. Ya allí me bajé y compré las cosas necesarias, junto con algunos esmaltes y tintura de mi color natural. 
 Cuando llegué a casa, bajé con las bolsas y abrí la puerta con la llave, entré y guardé las cosas pero un minuto luego oí la puerta volver a abrirse, me di la vuelta y Zack estaba allí, observándome atentamente sin expresión alguna, tenía el ojo morado y un pequeño corte en la mejilla. De pronto me abrazó, pero quité sus manos de mi cintura, justamente como él había hecho en el hotel, tenía un fuerte olor a alcohol.
-¿Por qué estás aquí? Quiero que te vallas. 
-Te necesito...
-¿Qué sucedió? ¿Alex ya no quiere verte o la chica hizo lo correcto? Mandarte a la m*ierda.
-Nena...
-Si, éso sucedió. Te quiero fuera de ésta casa ahora mismo. 
-La casa también es mía.
-Por favor Zachary, tienes dinero como para comprarte tres de éstas.
-Ya no, me quedaré.
-Bien, si te quedas me iré. 
-¿A dónde irás?
-Tranquilo, no te preocupes por mi, éso no es tu problema, ya no... -Dije irónicamente.
-____...
-Solamente cállate Zachary, eres irritante. 
-No te vallas, no me dejes.
-Eres tan idiota... ¿qué hay con mis problemas? ¿no que no podías con todo? Oh, pobre de ti Zachy. Tómate un tiempo, no lo sé, vé con otra chica pero déjame en paz, ya no tienes oportunidad conmigo luego de lo que hiciste.
-Me amas, y lo sabes.
-Estás muy equivocado, te amaba, tiempo pasado, ya no...
-Pero yo si te amo, dame una oportunidad amor.
-No me vuelvas a llamar así. Solamente vienes porque necesitas a alguien que caliente la cama durante las noches, no me amas.
-Por favor, te ayudé muchísimas veces ¿y así me pagas?
-¡Me engañaste maldita sea!
-Éso no es nada a comparación de lo que tú hiciste.
-¿De lo que yo hice?
-Si, me obligaste a engañarte, no lo soportaba, eras una carga muy grande. 
-Entonces, ¿por qué dices que me necesitas? Oye... ¿sabes qué? Bebe un café, tengo la sencación de que estás demasiado ebrio como para hablar coherentemente, yo me voy de aquí. -Corrí escaleras arriba y junté toda mi ropa como lo había hecho la noche anterior, tomé el teléfono y marqué el número de Marion, contestó rápidamente.
-¡Hola hermosa! Pensé que jamás me volverías a llamar, ¿cómo están tus problemas?
-Hola Marion, mal, por éso te llamaba. Me da mucha pena pedirte ésto pero, ¿puedo quedarme en tu casa por un tiempo hasta que consiga algo de dinero para un departamento? Te lo agradecería eternamente.
-¡Claro nena! Te pasaré la dirección por mensaje, pero primero ven a la empresa para darte la llave.
-Wow, está bien. -Ambos soltamos una risita.
-Nos vemos en 20 minutos, pregunta por Marion Preciado en la recepción.
-Bien, en seguida estoy allí, te lo agradezco mucho. 
-No hay de qué nena, adiós. -Cortó, tomé mis cosas y salí de la casa sin observar ni escuchar a Zack, me metí y me dirigí hacia la dirección que me había enviado Marion apenas cortó. Cuando llegué me sentí más nerviosa que nunca. Lo peor sería encontrarme a Andy, no quería tener un percance en su propia empresa... Entré y una mujer morena de unos 40 años en la entrada me dirigió una sonrisa.
-Buenos días.
-Buenos días, buscaba a Marion Preciado. 
-Ahora mismo lo llamo cariño, mientras tanto toma asiento. 
-Bien. -Le hice caso y me senté en uno de los sillones marrones que combinaban con las paredes color beige. La mujer tomó el teléfono y habló casi en susurros.
-Disculpa, ¿cómo es tu nombre cariño? 
-Jen... -Asintió y siguió hablando, luego cortó. -En seguida baja. -Cinco minutos luego bajó, me paré y le di un beso en la mejilla.
-Hola Jen...
-Hola Marion. 
-¿Qué sucedió?
-Mi ex... volvió a casa hoy, y no quiero volver a verlo, tú sabes. Pero si soy mucha molestia me quedaré en un hotel.
-No digas estupideces, no eres ninguna molestia linda, aquí tienes la copia de la llave y la dirección.
-Muchas gracias. -Lo abracé fuertemente. -¿Por qué me tienes tanta confianza?
-Porque aunque no nos conozcamos siento que eres una chica muy buena, además nuestras historias son parecidas, entiendo tu sufrimiento. Ve a casa, acuéstate a dormir o haz lo que quieras, come, usa la computadora, instálate, es tu casa... -Volví a besar su mejilla.
-Creo que te quiero. -Rió.
-Creo que yo también. Tengo que volver al trabajo, suerte y el gato no te hará daño.
-Bien. -También reí y al darle un último abrazo volví hacia el auto, lo encendí y me dirigí hacia la dirección que me había dado en el papel. No estaba muy lejos... unas 8 cuadras. Cuando llegué en verdad me sorprendí, era una enorme casa color blanca de dos pisos, me impresioné al notar que era parecía a la mía, pero sin las rejas de la entrada. Bajé del auto con dos de las grandes maletas y la bolsa de supermercado con la tintura y los esmaltes. Tomé la llave y abrí la puerta. Adentro se veía más impresionante que afuera {1pic}, dejé mis cosas en la puerta y me dirigí hacia arriba, donde habían cuatro puertas. Abrí la primera y había una cama para dos personas, un gran ropero y una mesita de luz junto con una lámpara roja, al igual que la pared; la gran ventana mostraba una bella vista hacia el gran patio trasero, donde había una piscina y otra pequeña casa, supuse que era la habitación de Marion, ya que había una camisa sobre la cama. Salí de allí y me dirigí hacia la segunda puerta, la abrí y era una pequeña oficina, escritorio y silla giratoria con un estante llenísimo de libros. Abrí la tercer puerta y era un baño. La última tenía también una cama, simple y un poco pequeña {2pic} pero se veía acogedora... pensé que era la habitación de huéspedes, entonces subí algunas de mis maletas y me cambié la ropa a algo más cómodo, no pensaba salir, me sentía algo mal por el sueño de Andy... sentí que era un mal presentimiento y me preocupaba mucho, pero debía confiar en que no haría nada malo, debía confiar en él mientras estuviéramos separados, aunque sabía que me seguiría de cerca, sería capaz de mudarse aquí para estar conmigo, pero estaba decidida a ignorarlo por mucho que lo extrañara... Cuando acabé de cambiarme tomé la tintura que había comprado y me dirigí al baño. Cuando la terminé de prepararla me la coloqué sobre el cabello.
 Me sentí bien, me sentí como antes. Tomé unas tijeras y corté mi cabello hasta los hombros, me observé al espejo y quedó bien... luego me di una relajante pero rápida ducha, limpié el cabello del suelo y acomodé algunas cosas. Observé el reloj y marcaba las 16:15. No había comido nada, entonces caminé hacia la cocina y abrí el refrigerador.
 Al terminar de comer unas ricas hamburguesas que había preparado, coloqué el plato en el lavavajillas y volví a subir, me dirigí hacia el despacho de Marion y tomé un libro, sentí que estaba tomando demasiada confianza para conocerlo tan poco, pero lo necesitaba...

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